El cocaísmo y la alimentación en el Perú

Autores/as

  • Carlos Gutiérrrez Noriega Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú

DOI:

https://doi.org/10.15381/anales.v31i1.9617

Resumen

El cocaísmo, según la tesis que se desarrolla en este trabajo, es resultado de la deficiente alimentación de los pueblos de la región andina entre los que principalmente se ha desarrollado. Los argumentos que sirven de base a esta tesis son los siguientes: Durante el Imperio de los Incas, cuando el pueblo andino estaba muy bien alimentado, el hábito a la coca era casi desconocido, empleándose esta droga principalmente en el culto religioso. Los Incas prohibieron el uso de la coca, y los cultivos de esta planta, aparte de ocupar áreas muy restringidas, pertenecían exclusivamente al Inca y a los templos. Los datos sobre el cocaísmo antes del Imperio de los Incas son escasos, pero algunos revelan que los primeros gobernantes del Cuzco expulsaron a primitivos pueblos de coqueros a la región selvática. Es evidente que el hábito a la coca se difundió considerablemente después de la Conquista del Perú, y que el cultivo y comercio de esta droga adquirió proporciones mucho mayores a las que tuvo en la época de los Incas. La difusión del cocaísmo se originó en la misma época en que, debido a la guerra de conquista y cambio de organización del país, hubo una merma considerable de la agricultura y su producción, y prácticamente una destrucción casi completa de la primitiva industria ganadera de la región andina. Esta última según el testimonio de todos los cronistas, fué la principal riqueza de aquella región, y su destrucción fué causa de un catastrófico empobrecimiento nacional. Se señala en la misma época la aparición de vagabundos y mendigos en proporciones alarmantes. La mendicidad, el vagabundismo y la escasez de alimentos fueron fenómenos desconocidos durante el Imperio de los Incas. Además, algunos datos históricos revelan que el pueblo andino se sometió a la pobreza y a las privaciones de todo orden como medio de resistencia pasiva. La coca -droga que actúa como un narcótico de las sensaciones vitales, pues suprime el hambre, la fatiga de los organismos debilitados, la sed, el frío y las más elementales aspiraciones humanas - fué en estas circunstancias un factor indispensable para adaptar el organismo a tan deficientes y anómalas condiciones de vida. Esta droga ha actuado como un extraordinario auxiliar del pueblo andino durante cuatro siglos para sobrellevar la miseria más extremada. Las actuales investigaciones, de acuerdo a los datos que proporciona la historia, también demuestran la estrecha vinculación entre el cocaísmo y la miseria, en especial entre el cocaísmo y la alimentación insuficiente. En las regiones de mayor consumo de coca - de 2 a 4 Kgrs. anuales por habitante por término medio - la ración alimenticia diaria es de 767 grs. para el término medio de los habitantes; en las regiones donde el cocaísmo es menos intenso, donde se consume 1 a 2 Kgrs, de coca anuales por habitante, la ración alimenticia media es de 904 grs., por habitante; y en las regiones donde el cocaísmo es mínimo, 0.1 Kgr. de coca anual por habitante, la ración alimenticia es de 1096 grs. diarios por término medio. Las raciones alimenticias que prevalecen en las provincias de intenso cocaísmo, no proporcionan el mínimo de calorías indispensable compatible con la vida humana. El número de calorías de tales raciones es inferior a 2000, siendo el mínimo necesario para mantener a un campesino que trabaja, 3000 a 4000 calorías. La coca, por supuesto, carece por completo de valor nutritivo v energético. Puesto que en las regiones de intenso cocaísmo hay un exagerado consumo de alcohol, es muy probable que una parte del mínimo de calorías fisiológico sea proporcionado en ciertos casos por el alcohol. Puesto que esta substancia no es un alimento y es tan tóxica y peligrosa como la cocaína, sus efectos tóxicos sobre el organismo y sobre la herencia se suman a los de este alcaloide. En todas las regiones del Perú la alimentación es deficiente por su bajo contenido en proteínas y vitaminas, pero tal déficit es mucho mayor en las regiones cocaístas. La alimentación en estas últimas no solo es deficiente por su escaso valor energético, sino también por su deficiente contenido en proteínas, grasas y vitaminas, substancias que figuran en cantidades inferiores al mínimum fisiológico. El problema de las relaciones entre la alimentación y el cocaísmo se está agravando 011 forma alarmante y progresiva, pues se advierte en los últimos años, al mismo tiempo que una merma en la producción y consumo de alimentos, un considerable aumento en la producción y consumo de coca, que es casi de 200,000 a 500,000 Kgrs. anuales. Se observa al mismo tiempo un paralelo aumento de la producción y consumo de alcohol. Es urgente tornar medidas inmediatas para disminuir la producción de ambas substancias tóxicas y evitar el incremento de sus correspondientes toxicomanías. Se sugiere la conveniencia de reemplazar los cultivos de coca y de caña de azúcar destinada a la producción de aguardiente, por cultivos de plantas alimenticias. Todos los planes destinados a combatir el cocaísmo y el alcoholismo, y la producción de las drogas que los originan, deben marchar coordinadamente con planes para mejorar la producción de alimentos y la alimentación del habitante de los Andes, y con otras medidas indispensables para mejorar sus condiciones de vida y librarlo de las toxicomanías.

Descargas

Publicado

1948-03-15

Número

Sección

Trabajos originales

Cómo citar

1.
Gutiérrrez Noriega C. El cocaísmo y la alimentación en el Perú. An Fac med [Internet]. 1948 Mar. 15 [cited 2024 Mar. 28];31(1):1-90. Available from: https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/anales/article/view/9617