Revista
Industrial Data 22(2): 139-156 (2019)
DOI: http://dx.doi.org/10.15381/idata.v22i2.14636
ISSN:
1560-9146 (Impreso) / ISSN: 1810-9993 (Electrónico)
Recibido:
16/11/2018
Aceptado: 25/06/2019
DIAGNÓSTICO ERGONÓMICO DE LOS CAMBIOS
POSTURALES Y EVALUACIÓN DE RIESGO ERGONÓMICO DE UN OPERARIO ZURDO EN EL MANEJO
DE UN TALADRO DE PEDESTAL, CON EL USO DE LOS MÉTODOS REBA, RULA Y OCRA
CHECKLIST
Fabio
Eduardo Obando Herrera[1]
Carlos
Iván Maldonado Dávila[2]
RESUMEN
La presente
investigación es un estudio destinado a valorar la postura y evaluar el riesgo
de lesiones musculoesqueléticas (LME) en miembros superiores de estudiantes de
Ingeniería Mecánica de la Universidad Politécnica Salesiana de Quito, Ecuador.
Mediante un estudio descriptivo de diez estudiantes con edad promedio de
19,8±1,23 años y experiencia promedio en el uso del taladro de 1,9±1,3 meses,
se valoró el riesgo ergonómico utilizando los métodos REBA (evaluación rápida
de cuerpo entero), RULA (evaluación rápida de las extremidades superiores) y OCRA Checklist (acción repetitiva ocupacional). Previamente, se evaluó la lateralidad mediante los
test de Harris y Edimburgo, obteniendo el 100% de la población consistentemente
zurda (p<0,05). Mediante la fotometría y con el apoyo del software
libre Ruler se midieron los ángulos de los miembros superiores, estableciendo
una base de datos para la valoración del riesgo ergonómico. Luego, a través de
la correlación de Pearson se comparó la lateralidad del operario con cada
método de evaluación ergonómica. Además, otras variables analizadas fueron la
edad de los operarios y la experiencia en el uso del taladro de pedestal, las
mismas que no aportan al riesgo de LME. En conclusión, existe un alto riesgo de
LME en operarios zurdos cuando ejecutan un taladro de pedestal, y este riesgo
crece con su grado de lateralidad.
Palabras clave: lateralidad, riesgos
ergonómicos, REBA, RULA, OCRA Checklist.
INTRODUCCIÓN
En la
Universidad Politécnica Salesiana, con sede en Quito (Ecuador), la carrera de
Ingeniería Mecánica promueve una educación integral, vinculando valores de
excelencia profesional a sus estudiantes, tanto en la parte teórica como
práctica. Dentro de este último, el aprendizaje del uso de las diferentes
máquinas herramientas, como del taladro de pedestal, pues esta máquina tiene
los mandos de fuerza en el lado derecho, lo que genera problemas a los
estudiantes zurdos. Los zurdos tienen grandes dificultades para operar la máquina, las cuales en
poco tiempo provocan una deficiente calidad de operación, así como fatiga y
lesiones, especialmente en sus miembros superiores. A las personas que poseen
lateralidad izquierda les causa
dificultad entender el concepto izquierda-derecha, desarrollado por Medina y
García (2010), en dispositivos diseñados para diestros, por lo que son proclives a sufrir accidentes y
lesiones (Martínez et al., 2013; Vallejo, 2014). Cuando se diseña una
máquina, en la mayoría de casos no se consideran ciertas características
puntuales del operador, tal como la lateralidad; la mayoría de las máquinas y
herramientas usadas en talleres metalmecánicos tienen sus mandos al lado
derecho.
En Ecuador, como en muchos países, se está impulsando estudios sobre
prevención de riesgos laborales y se ha emitido el Reglamento de seguridad y
salud de los trabajadores y mejoramiento del medio ambiente de trabajo, dando
las pautas para una cultura de prevención de riesgos laborales. La lateralidad
es un factor preponderante cuando hablamos de adaptación de un individuo a un
puesto de trabajo, teóricamente deberíamos considerar el diseño de máquinas con
mandos especiales, adaptados a zurdos (Mondelo et al., 1999; Estrada,
2015).
En un ambiente de trabajo diseñado para diestros, este influye en la
preferencia postural, por lo que los zurdos deben acomodarse a un nuevo mundo
totalmente diferente al que están habituados (Bejarano y Naranjo, 2014). Existe
una relación directa entre la lateralidad, el movimiento del cuerpo y la
orientación (Casado et al., 2015; Barrero et al., 2015). Por
ello, concluimos en que la persona con lateralidad izquierda debe realizar
movimientos no programados para adaptarse, ya sea al puesto de trabajo o para
operar una máquina que está diseñada para ser operada por un diestro.
En la población mundial, aproximadamente el 10% tiene preferencia por
el uso de la mano izquierda; de este porcentaje se categorizan a los tipos de
combinación de lateralidad (López et al., 2018; Carrillo et al., 2016).
Existen varias versiones sobre lo que la lateralidad significa, así como
también varias clasificaciones, pero la más aceptada es la que desarrolla
Mayolas (2003) cuando señala que la lateralidad integral indica qué lado del
cuerpo domina al otro; la lateralidad no integral, si la persona tiene un
predominio neurológico distinto en sus segmentos; la lateralidad cruzada, si la
persona tiene dominio neurológico distinto a su praxis; la lateralidad
contrariada, si la persona es zurda o usa el lado derecho habitualmente;
ambidiestro, si no tiene un predominio claro y usa alternativamente su lado
derecho e izquierdo. Como manifiesta Mayolas (2003), para especificar la
lateralidad de un individuo, se aplican conjuntos de pruebas psicológicas más
la observación de actividades de ojos, oídos, manos, brazos, piernas y pies.
Métodos de
evaluación ergonómica
Durante el ejercicio del trabajo en un taller, operando máquinas
herramientas, específicamente el taladro de pedestal, el operario zurdo está
expuesto a diversos factores de riesgo, cuyo mayor riesgo está dado por la
acción de posturas que ergonómicamente resultan peligrosas y las que dan como
consecuencias lesiones musculoesqueléticas (LME) que varían de leves a graves
condiciones incapacitantes (Sánchez et al., 2017). La distribución del
peso, carga o fuerza aplicada en una zona concreta del cuerpo, aumenta la
posibilidad de sufrir en el tiempo una lesión (Gómez et al., 2017). Por
otro lado, para Asensio et al., (2012) y Mondelo et
al., (1999), cuando se evalúa ergonómicamente a una persona para prevenir
trastornos musculoesqueléticos, se debe considerar como factores de análisis
los movimientos repetitivos, las elevaciones de cargas, las posturas forzadas y
estáticas, el requerimiento mental, la redundancia de acciones, las
vibraciones, el ambiente, etc.
Además, para Pedro (2016) y Asensio
et al.
(2012),
los métodos de evaluación ergonómica (MEE) se centralizan en la observación de
determinados factores como lo son las elevaciones de cargas, las posturas forzadas
o la repetitividad de movimientos. De acuerdo con Diego et
al. (2015), el método RULA permiten evaluar posturas forzadas; según Malchaire et
al. (2011), los movimientos repetitivos se evalúan con el método OCRA; y,
de acuerdo a Diego (2015), el método REBA es el adecuado.
El taladro de pedestal, como toda máquina herramienta, debe ser operada
por una persona que se encuentre en posiciones adecuadas, experimente comodidad
y pueda realizar el trabajo de forma eficiente (Estrada, 2015).
Las posiciones (ángulos) de segmentos corporales ergonómicamente
idóneos para operar el taladro los plantea también Estrada (2015); estos son:
flexión-tronco [0-20°], torsión-tronco [0-10°], brazo y hombro-flexión o
abducción [0-20°], cabeza cuello-flexión extensión [0-10°], cabeza cuello,
según el ángulo de visión, flexión extensión [-40-0°]; antebrazo-flexión
[60-100°], muñeca-flexión extensión [0-15°].
MATERIALES Y
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional y correlacional a diez estudiantes:
ocho hombres y dos mujeres de la carrera de Ingeniería Mecánica de la
Universidad Politécnica Salesiana, con sede en Quito (Ecuador). La
población contó con edades comprendidas entre 18 y 21 años, con una experiencia
en el uso del taladro de pedestal entre uno y doce meses, en una jornada de
trabajo de cuatro horas de clase-taller con actividades dinámicas de carga
física de leve a moderada, los mismos que permanecen en promedio el 65,0% del
tiempo de clase operando la máquina.
Al valorar la carga postural y el riesgo musculoesquelético se debe
tomar en cuenta el nivel de requerimiento físico impuesto por el trabajo
asignado y que esté dentro de los limites fisiológicos, biomecánicos y antropométricos
tolerables ya que se puede exceder la capacidad de la persona con el
consecuente riesgo para la salud (Montiel et al., 2006).
Medición del grado
de lateralidad
La investigación se centró en una población de diez operarios
evidentemente zurdos por simple inspección, con edades de 19,8±1,23 años y con
1,9±1,3 meses de experiencia en el uso del taladro de pedestal; estos operarios
manifestaron, por propia voluntad y por escrito, su deseo de hacer las pruebas
prácticas de medición de lateralidad y realizar una rutina de trabajo en el
taladro de pedestal.
Para medir el grado de lateralidad de los operarios se tomaron como
instrumentos de medición los test de Harris y de Edimburgo (Fernández, 2001). El test de Edimburgo expone que, para un puntaje
máximo de 50 puntos, la persona debe ser «consistentemente zurda»; y, para un puntaje mínimo de 10 puntos, la persona debe ser «consistentemente
diestra». Además, se realizaron
preguntas adicionales tomadas del test de Harris, el cual también evalúa la
lateralidad considerando el pie y ojo dominantes, con un puntaje cualitativo D.
D. D. D. para «diestro completo» e I. I. I. I. para «zurdo completo». Los resultados
del test se resumen en la tabla 1:
Tabla 1. Resultados de los test de Harris y de Edimburgo.
Operario |
Test de
Edimburgo |
Test de Harris |
||
Puntaje |
Lateralidad |
Puntaje |
Lateralidad |
|
1 |
44 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
2 |
46 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
3 |
42 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
4 |
46 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
5 |
46 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
6 |
48 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
7 |
43 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
8 |
48 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
9 |
45 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
10 |
49 |
Consistentemente
zurdo |
I. I. I. I. |
Zurdo completo |
Fuente: elaboración propia.
Mediciones de
ángulos de miembros superiores
Con el apoyo del software libre Ruler (ver figura 1),
se midieron los ángulos de miembros superiores: flexo-extensión (Fe), aducción
(Ad), abducción (Abd), rotación-articulación glenohumeral (Rag), rotación-plano
horizontal (Rph), codo-extensión (Ce) y codo-flexión (Cf) de toda la población;
dichos valores se resumen en las tablas 2 y 3.
Figura 1. Medición de ángulos con Ruler.
Fuente: elaboración propia.
Con cada operario se trabajó en dos perforaciones, en dos diferentes
materiales: acero ASTM A36 y acero SAE 1055, en placas de 12 y 22 mm de
espesor, respectivamente.
Tabla 2. Ángulos corporales para acero SAE 1055.
|
Acero SAE 1055 |
|||||||||
|
O1 |
O2 |
O3 |
O4 |
O5 |
O6 |
O7 |
O8 |
O9 |
O10 |
Fe |
31,6±6,7 |
47,2±6,4 |
27,4±3,5 |
47,2±6,4 |
42,4±2,9 |
47,9±10,6 |
30,1±6,5 |
42,8±2,2 |
43,4±4,3 |
47,8±5,8 |
Ad |
7,6±1,9 |
11,0±1,6 |
7,7±2,0 |
10,3±2,1 |
10,8±1,5 |
13,7±4,9 |
7,7±1,9 |
11,2±2,5 |
10,1±1,3 |
13,3±4,6 |
Abd |
24,2±3,4 |
36,3±6,6 |
22,9±2,7 |
31,6±4,0 |
36,0±7,0 |
53,2±22,6 |
24,2±3,6 |
53,1±21,9 |
34,8±6,2 |
55,1±29,5 |
Rag |
10,0±1,9 |
9,4±2,9 |
7,7±2,6 |
11,2±2,8 |
9,8±3,3 |
13,8±6,3 |
8,6±2,5 |
18,3±2,5 |
10,9±3,5 |
18,1±8,5 |
Rph |
10,8±3,6 |
17,0±4,6 |
11,3±1,8 |
17,7±2,6 |
18,1±3,2 |
49,7±23,7 |
11,0±3,7 |
40,2±15,7 |
16,3±4,8 |
40,2±22,9 |
Ce |
96,9±5,1 |
101,4±6,5 |
97,0±3,6 |
102,4±7,5 |
96,7±4,8 |
89,0±21,4 |
95,3±3,8 |
99,9±11,8 |
98,9±6,1 |
84,7±29,7 |
Cf |
102,3±10,5 |
93,2±5,3 |
108,2±8,7 |
96,6±6,3 |
94,8±5,9 |
92,4±10,9 |
103,3±10,9 |
108,6±12,9 |
102,2±6,1 |
94,6±29,5 |
Fuente: elaboración propia.
Tabla 3. Ángulos corporales para acero ASTM A36.
Acero
ASTM A36 |
||||||||||
|
O1 |
O2 |
O3 |
O4 |
O5 |
O6 |
O7 |
O8 |
O9 |
O10 |
Fe |
32,2±8,5 |
54,7±20,1 |
31,3±6,7 |
54,7±20,1 |
42,4±2,9 |
41,4±7,6 |
29,2±5,0 |
46,6±3,8 |
42,9±3,5 |
57,7±20,1 |
Ad |
7,6±1,6 |
10,4±1,3 |
6,6±2,0 |
9,7±1,7 |
10,8±1,5 |
13,6±5,3 |
8,2±1,6 |
16,3±2,8 |
9,8±1,6 |
19,6±6,1 |
Abd |
25,0±2,7 |
36,2±6,3 |
25,8±3,4 |
34,7±7,9 |
36,0±7,0 |
47,0±22,0 |
26,9±2,4 |
55,1±17,9 |
36,6±7,3 |
47,3±29,5 |
Rag |
9,0±2,2 |
11,6±2,6 |
8,7±2,2 |
9,3±3,0 |
9,8±3,3 |
15,1±6,8 |
8,2±2,0 |
15,8±5,1 |
103±4,0 |
18,1±11,7 |
Rph |
8,9±2,0 |
15,0±5,1 |
12,4±2,5 |
16,8±3,9 |
18,1±3,2 |
44,1±15,8 |
9,8±2,7 |
31,8±13,8 |
16,6±6,0 |
30,6±13,7 |
Ce |
98,4±5,0 |
98,3±5,8 |
99,3±4,8 |
101,6±5,6 |
96,7±4,8 |
80,4±21,3 |
97,6±5,6 |
95,6±8,0 |
100,1±5,8 |
106,9±25,1 |
Cf |
106,6±11,3 |
96,1±6,7 |
105,3±6,8 |
100,3±5,1 |
94,8±5,9 |
94,4±26,2 |
109,2±7,2 |
107,7±12,9 |
98,2±8,5 |
72,9±23,4 |
Fuente: elaboración propia.
Se evaluaron las posturas (ángulos corporales) para un mismo intervalo
de tiempo que oscilaba entre 120 y 130 segundos para SAE 1055 (ver tabla 2) y
entre 180 y 185 segundos para ASTM A36 (ver tabla 3). Midiendo también los
intervalos de tiempo donde existe cambio de posición corporal (Tcp), cuyos
resultados se muestran en la siguiente tabla:
Tabla 4. Tiempos de cambio de posición
corporal.
Operario |
Tcp (s) |
1 |
40 |
2 |
26 |
3 |
48 |
4 |
26 |
5 |
25 |
6 |
20 |
7 |
38 |
8 |
19 |
9 |
30 |
10 |
16 |
Media |
28.8 |
Fuente:
elaboración propia.
La valoración de la carga postural y el riesgo musculoesquelético se
desarrolló con los métodos REBA (evaluación rápida de cuerpo entero) (Diego,
2015), RULA (evaluación
rápida de las extremidades superiores) (Diego et al., 2015) y OCRA Checklist (acción
repetitiva ocupacional) (Malchaire
et al., 2011), utilizando el formato-hoja de cálculo Excel REBA,
RULA y OCRA Checklist, donde se recolectaron datos de las diferentes posturas
adoptadas por los estudiantes en un ejercicio de taladrado para dos aceros ASTM
A36 y SAE 1055 en placas de 12 y 22 mm de espesor, respectivamente. Se
consideraron las tareas críticas y cambios de posición con un intervalo de
tiempo que oscilaba entre 120 y 130 segundos para SAE 1055 y entre 180 y 185
segundos para ASTM A36, tiempo en el cual el operario manifestaba molestia o
cambio de posición. Los resultados de las pruebas se presentan en las
siguientes tablas:
Tabla 5. Riesgo-método OCRA Checklist.
Operario |
Derecho |
Rango |
Izquierdo |
Rango |
1 |
13,50 |
No aceptable
(leve) |
2,25 |
Aceptable |
2 |
36,40 |
No aceptable
(alto) |
1,30 |
Aceptable |
3 |
13,50 |
No aceptable
(leve) |
2,25 |
Aceptable |
4 |
36,40 |
No aceptable (alto) |
1,30 |
Aceptable |
5 |
36,40 |
No aceptable
(alto) |
1,30 |
Aceptable |
6 |
70,13 |
No aceptable
(muy alto) |
2,25 |
Aceptable |
7 |
13,50 |
No aceptable
(leve) |
2,25 |
Aceptable |
8 |
70,13 |
No aceptable
(muy alto) |
2,25 |
Aceptable |
9 |
36,40 |
No aceptable
(alto) |
1,30 |
Aceptable |
10 |
70,13 |
No aceptable
(muy alto) |
2,25 |
Aceptable |
Fuente: elaboración propia.
Tabla 6. Riesgo-método RULA.
Operario |
Puntuación final
(1-7 ) |
Nivel de riesgo
(1-4) |
1 |
5 |
3 |
2 |
6 |
3 |
3 |
5 |
3 |
4 |
6 |
3 |
5 |
6 |
3 |
6 |
7 |
4 |
7 |
5 |
3 |
8 |
7 |
4 |
9 |
6 |
3 |
10 |
7 |
4 |
Fuente: elaboración propia.
Tabla 7. Riesgo-método REBA.
Operario |
Puntuación final
(1-15) |
Nivel de acción
(0-4) |
Nivel de riesgo |
1 |
3 |
1 |
Bajo |
2 |
8 |
3 |
Alto |
3 |
3 |
1 |
Bajo |
4 |
8 |
3 |
Alto |
5 |
8 |
3 |
Alto |
6 |
14 |
4 |
Muy alto |
7 |
3 |
1 |
Bajo |
8 |
14 |
4 |
Muy alto |
9 |
8 |
3 |
Alto |
10 |
14 |
4 |
Muy alto |
Fuente: elaboración propia.
En la tabla 8 se presenta un resumen de todas las variables analizadas
por operador:
Tabla 8. Resumen de variables.
Operario |
Edad |
Experiencia |
Lateralidad |
OCRA |
RULA |
REBA |
1 |
19 |
4 |
44 |
13,5 |
5 |
3 |
2 |
21 |
1 |
46 |
36,4 |
6 |
8 |
3 |
21 |
3 |
42 |
13,5 |
5 |
3 |
4 |
19 |
2 |
46 |
36,4 |
6 |
8 |
5 |
20 |
4 |
46 |
36,4 |
6 |
8 |
6 |
21 |
1 |
48 |
70,13 |
7 |
14 |
7 |
21 |
1 |
43 |
13,5 |
5 |
3 |
8 |
18 |
1 |
48 |
70,13 |
7 |
14 |
9 |
20 |
1 |
45 |
36,4 |
6 |
8 |
10 |
18 |
1 |
49 |
70,13 |
7 |
14 |
Fuente:
elaboración propia.
RESULTADOS
El análisis de correlación entre las variables determinó la relación
directa de ellas: lateralidad-OCRA (r=0.953, sig<0.05), lateralidad-RULA
(r=0.962, sig<0.05), lateralidad-REBA (r=0.959, sig<0.05); todas estas
variables con un valor de significación bilateral menor a 0.05, lo que nos
indica una correlación muy fuerte entre variables. Las demás variables que
presentaron una correlación inversa fueron: edad-OCRA (r=-0.456, sig>0.05),
experiencia-OCRA (r=-0.533, sig>0.05), edad-RULA (r=-0.443, sig>0.05),
experiencia-RULA (r=-0.529, sig>0.05), edad-REBA (r=-0.450, sig>0.05),
experiencia-REBA (r=-0.532, sig>0.05), con un valor de significación
bilateral mayor a 0.05, lo que indica una relación no tan fuerte de variables.
Tabla 9. Correlación experiencia-riesgo
ergonómico.
Experiencia |
OCRA |
RULA |
REBA |
||
Experiencia |
Correlación
de Pearson |
1 |
-0,533 |
-0,529 |
-0,532 |
Sig.
(bilateral) |
0,113 |
0,116 |
0,114 |
||
OCRA |
Correlación
de Pearson |
-0,533 |
1 |
0,993 |
0,998 |
Sig.
(bilateral) |
0,113 |
0,000 |
0,000 |
||
RULA |
Correlación
de Pearson |
-0,529 |
0,993 |
1 |
0,998 |
Sig.
(bilateral) |
0,116 |
0,000 |
0,000 |
||
REBA |
Correlación
de Pearson |
-0,532 |
0,998 |
0,998 |
1 |
Sig.
(bilateral) |
0,114 |
0,000 |
0,000 |
Fuente:
elaboración propia.
Tabla 10. Correlación edad-riesgo
ergonómico.
Edad |
OCRA |
RULA |
REBA |
||
Edad |
Correlación
de Pearson |
1 |
-0,456 |
-0,443 |
-0,450 |
Sig.
(bilateral) |
0,185 |
0,200 |
0,192 |
||
OCRA |
Correlación
de Pearson |
-0,456 |
1 |
0,993 |
0,998 |
Sig.
(bilateral) |
0,185 |
0,000 |
0,000 |
||
RULA |
Correlación
de Pearson |
-0,443 |
0,993 |
1 |
0,998 |
Sig.
(bilateral) |
0,200 |
0,000 |
0,000 |
||
REBA |
Correlación
de Pearson |
-0,450 |
0,998 |
0,998 |
1 |
Sig.
(bilateral) |
0,192 |
0,000 |
0,000 |
Fuente: elaboración propia.
Tabla 11. Correlación lateralidad-riesgo
ergonómico.
Lateralidad |
OCRA |
RULA |
REBA |
||
Lateralidad |
Correlación
de Pearson |
1 |
0,953 |
0,962 |
0,959 |
Sig.
(bilateral) |
0,000 |
0,000 |
0,000 |
||
OCRA |
Correlación
de Pearson |
0,953 |
1 |
0,993 |
0,998 |
Sig.
(bilateral) |
0,000 |
0,000 |
0,000 |
||
RULA |
Correlación
de Pearson |
0,962 |
0,993 |
1 |
0,998 |
Sig.
(bilateral) |
0,000 |
0,000 |
0,000 |
||
REBA |
Correlación
de Pearson |
0,959 |
0,998 |
0,998 |
1 |
Sig.
(bilateral) |
0,000 |
0,000 |
0,000 |
Fuente: elaboración propia.
DISCUSIÓN
La investigación presentada explica que cuando una persona zurda opera
el taladro de pedestal acoge posturas incorrectas, lo que genera el riesgo de
adquirir LME, esencialmente en sus miembros inferiores, los cuales no afectaron
al experimento, ya durante el estudio que estos no adoptaron posiciones fuera
de lo normal.
Además, los individuos analizados luego de realizar el trabajo con el
taladro manifestaron su molestia, con el argumento de que «es difícil porque
tenemos que operar los mandos con nuestra mano más débil».
Toda industria, sea esta grande o pequeña, incluso un centro de estudio
que posea máquinas herramientas, genera tareas con movimientos repetitivos e
inclusive aparecen las sobrecargas de trabajo. A nivel mundial, se considera
que entre 30 y 50% de los trabajadores están expuestos a riesgos que generan
LME, lo que impacta en la productividad y, por tanto, en la economía de la
industria (Rodríguez y Heredia, 2013; Sánchez et al., 2017).
Las tareas con movimientos repetitivos son comunes dentro de trabajos
en empresas de metalmecánica, así como también en la gran mayoría de las
industrias y centros de trabajo modernos, lo que puede dar lugar a LME, causa
importante de enfermedad y lesiones.
Los requerimientos físicos frecuentemente exceden las capacidades del
trabajador y surge fatiga, la misma que puede ser mental y física, con cuadros
de dolor y malestar; si no se toman los correctivos adecuados, se puede llegar
a disminuir la calidad de trabajo, incluso a la incapacidad para la ejecución
del trabajo asignado (Seguel y Valenzuela, 2014).
CONCLUSIONES
Los resultados de los métodos REBA, RULA y OCRA Checklist establecieron
que, de la población estudiada (operarios zurdos), existe el 30% con un riesgo
«leve»,
el 40% tiene un riesgo «alto» y
el 30% tiene un riesgo «muy alto» de sufrir LME en miembros superiores para las
diferentes maniobras del proceso de uso del taladro de pedestal.
La edad y la experiencia en el manejo del taladro de pedestal son
variables que estadísticamente tienen una relación inversa respecto al riesgo
de sufrir LME; es decir, mientras más altas sean la edad y la experiencia,
menor será el riesgo de sufrir estas lesiones. Este resultado se nota
directamente en la realidad, ya que el operario con más experiencia crea
hábitos de trabajo que poco a poco disminuye el riesgo de padecer lesiones.
Existe una estrecha relación entre el grado de lateralidad y la
adopción de posturas no adecuadas cuando se opera el taladro de pedestal.
Mientras más «zurda» sea una persona, esta tiende a adquirir posturas que a la
larga podrían generarle LME en sus miembros superiores.
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Revista
Industrial Data 22(2): 157-172 (2019)
DOI: http://dx.doi.org/10.15381/idata.v22i2.15436
ISSN: 1560-9146 (Impreso) / ISSN: 1810-9993 (Electrónico)
Received: 16/11/2018
Accepted: 25/06/2019
ERGONOMIC DIAGNOSIS
OF POSTURAL CHANGES AND ERGONOMIC RISK ASSESSMENT OF A LEFT-HANDED USER IN THE
OPERATION OF A DRILL PRESS, USING THE REBA, RULA AND OCRA CHECKLIST METHODS
Fabio Eduardo Obando Herrera[3]
Carlos Iván Maldonado Dávila[4]
ABSTRACT
This investigation is a study aimed at assessing posture and evaluating
the risk of musculoskeletal injuries (MSI) in upper limbs of mechanical
engineering students at the Universidad Politécnica Salesiana in Quito,
Ecuador. Through a descriptive study of ten students with an average age of
19.8 ±1.23 years and average drill-use experience of 1.9 ±1.3 months, ergonomic
risk was assessed using REBA (Rapid Entire Body Assessment), RULA (Rapid Upper
Limb Assessment), and OCRA (Occupational Repetitive Action) Checklist methods.
Previously, Harris and Edinburgh tests were used to evaluate laterality, which resulted in a 100% consistently left-handed
population (p<0.05). Upper limb joint angles were measured using photometry
and the free software Ruler, establishing a database for ergonomic risk assessment. Next, Pearson’s
correlation was used to compare the operator’s laterality with each ergonomic
evaluation method. Additionally, other variables analyzed were the operators’
age and their experience using the drill press, which do not contribute to the risk of MSI. In conclusion, a
high risk of MSI exists for left-handed users when they operate a drill
press, and this risk increases
with their degree of laterality.
Keywords: laterality,
ergonomic risks, REBA, RULA, OCRA Checklist.
INTRODUCTION
The Mechanical Engineering School at the Universidad Politécnica
Salesiana, based in Quito (Ecuador), promotes a comprehensive education,
instilling values of professional excellence to its students, both in theory
and practice. The latter includes learning to use different machine tools, such
as the drill press, whose controls are located on the right side, which causes
problems for left-handed students.
They
experience great difficulty when operating the machine, which quickly causes
poor operation quality, as well as fatigue and injuries, especially in their
upper limbs. People with left laterality find it difficult to understand the
left-right concept, developed by Medina and García (2010), on devices designed
for right-handed people, so they are prone to accidents and injuries (Martínez et al., 2013; Vallejo, 2014). In most cases, certain
specific characteristics of the operators, such as laterality, are not
considered when a machine is designed; most of the machines and tools used in
metalworking shops have their controls on the right side.
In Ecuador, as in many other countries,
studies on occupational risk prevention are being promoted and the Reglamento de seguridad y salud de los trabajadores y
mejoramiento del medio ambiente de trabajo
[Occupational Safety and Health and Improvement of the Work Environment
Regulation] has been issued, providing guidelines for a culture of occupational
risk prevention. Laterality is a predominant factor when talking about adapting
an individual to a job, so theoretically the design of machines with special
controls, adapted to left-handed people should be considered (Mondelo et al.,
1999; Estrada, 2015).
In a work environment designed for
right-handers, which influences postural preference, left-handers must adapt to
a new world, totally different from the one they are used to (Bejarano &
Naranjo, 2014). There is a direct relationship between laterality, body
movements and orientation (Casado et al., 2015; Barrero et al., 2015); therefore, it is concluded that a person who is left-lateralized for hands must make unnatural movements in order to adapt, either to their
workplace or to operate a machine that is designed to be operated by a
right-handed person.
Approximately 10% of the world population prefers
to use their left-hand; of this percentage, the types of laterality combination
are categorized (López et al., 2018; Carrillo et al., 2016).
There are several versions about the meaning of laterality, as well as several
classifications, but the most accepted is the one developed by Mayolas (2003)
who points out that homogeneous laterality occurs when one side of the body dominates the
other; non-homogeneous laterality, if the person has a different neurological
predominance in their segments ; crossed laterality, if the person has a
different neurological predominance in their segments; opposite laterality, if
the person is left-handed and uses the right side regularly; ambidextrous, if
there is no clear predominance and
the person alternately uses their right and left side. As Mayolas (2003)
states, to specify the laterality of an individual, batteries of psychological
tests are applied as well as the observation of activity of eyes, ears, hands,
arms, legs and feet.
Ergonomic Assessment Methods
While operating machine tools in a workshop,
specifically the drill press, the left-handed operator is exposed to various
risk factors, whose greatest risk is caused by postures that are ergonomically
dangerous and result in musculoskeletal injuries (MSI) that vary from mild to
severe disabling conditions (Sánchez et al., 2017). The distribution of
weight, load or force applied to a specific area of the body increases the
possibility of suffering an injury over time (Gómez et al., 2017). On
the other hand, according to Asensio et al., (2012) and Mondelo et al., (1999), when a person is ergonomically evaluated to prevent
musculoskeletal disorders, the analysis factors that should be considered are:
repetitive movements, load elevation, forced and static postures, mental
requirements, redundancy of actions, vibrations, the environment, etc.
Furthermore, for Pedro (2016) and Asensio et al. (2012) Ergonomic
Assessment Methods (EAM) are centralized in the observation of certain factors
such as lifting loads, forced postures or repetitive movements. According to
Diego et al. (2015), the RULA method allows for the evaluation of forced
postures; according
to Malchaire et al. (2011), repetitive movements are evaluated with OCRA, and, according to Diego (2015), REBA is
the adequate method.
As with any machine tool, the drill press
must be operated by a person who is in a suitable position, experiences comfort
and can perform the work efficiently (Estrada, 2015).
Estrada (2015) also proposes the positions
(angles) of ergonomically suitable body segments to operate the drill, which
are: trunk flexion [0-20°],
trunk torsion [0-10°], arm and shoulder flexion or abduction [0-20°], head and
neck flexion and extension [0-10°], head neck, depending on viewing angle,
extension and flexion [-40-0°]; forearm flexion [60-100°], wrist flexion
extension [0-15°].
MATERIALS AND METHODS
An observational and correlational study was
carried out on ten students: eight men and two women from the Mechanical
Engineering School of the Universidad
Politécnica Salesiana, based in Quito (Ecuador). The population was aged
between 18 and 21 years and had between one and twelve months’ experience using
the drill press, working in a four-hour class/workshop including dynamic
activities of light to moderate physical activity; on average, they spent 65%
of class time operating the machine.
When assessing the postural load and
musculoskeletal risk, it must be considered that the level of physical
requirement imposed by the assigned work is within the tolerable physiological,
biomechanical and anthropometric limits, otherwise, the capacity of the person
might be exceeded and result in a health risk (Montiel et al., 2006).
Measuring laterality degree
The research focused on a population of ten evidently
left-handed workers by simple inspection, aged 19.8±1.23 years and with 1.9±1.3
months of experience using the drill press. These operators expressed, by their
own will and in writing, their desire to participate in practical tests of
laterality measurement and perform a work routine on the drill press.
Harris and Edinburgh tests were used as
measuring instruments (Fernández, 2001) to measure the operators’ degree of
laterality. The Edinburgh test states that the person must be “consistently left-handed” in the
case of a maximum score of 50 points and “consistently right-handed” in the
case of a minimum score of 10 points. Moreover, additional questions were taken
from the Harris test, which also assesses laterality considering the dominant
foot and eye, with a qualitative
score R. R. R. R. for “completely right-handed” and L. L. L. L. for
“completely left-handed”. The
test results are summarized in Table 1:
Table 1. Harris and Edinburgh tests results.
Operator |
Edinburgh test |
Harris test |
||
Score |
Laterality |
Score |
Laterality |
|
1 |
44 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
2 |
46 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
3 |
42 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
4 |
46 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
5 |
46 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
6 |
48 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
7 |
43 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
8 |
48 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
9 |
45 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
10 |
49 |
Consistently left-handed |
L. L. L. L. |
Completely left-handed |
Source: Prepared by the authors
Upper limbs angle measurements
With the support of free software Ruler (see
figure 1), the upper limb angles were measured: flexo-extension (Fe), adduction (Ad),
abduction (Abd), glenohumeral rotation-articulation (Gra), horizontal
plane-rotation (Hpr), elbow-extension (Ee) and elbow-flexion (Ef) of the entire population. These values
are shown in Tables 2 and 3.
Figure 1. Measuring angles with
Ruler.
Source: Prepared by
the authors.
Each operator worked in two perforations, in
two different materials: ASTM A36 steel and SAE 1055 steel, 12 mm and 22 mm
thick plates, respectively.
Table 2. Body angles for SAE 1055 steel.
|
SAE 1055 steel |
|||||||||
|
O1 |
O2 |
O3 |
O4 |
O5 |
O6 |
O7 |
O8 |
O9 |
O10 |
Fe |
31.6±6.7 |
47.2±6.4 |
27.4±3.5 |
47.2±6.4 |
42.4±2.9 |
47.9±10.6 |
30.1±6.5 |
42.8±2.2 |
43.4±4.3 |
47.8±5.8 |
Ad |
7.6±1.9 |
11.0±1.6 |
7.7±2.0 |
10.3±2.1 |
10.8±1.5 |
13.7±4.9 |
7.7±1.9 |
11.2±2.5 |
10.1±1.3 |
13.3±4.6 |
Abd |
24.2±3.4 |
36.3±6.6 |
22.9±2.7 |
31.6±4.0 |
36.0±7.0 |
53.2±22.6 |
24.2±3.6 |
53.1±21.9 |
34.8±6.2 |
55.1±29.5 |
Gra |
10.0±1.9 |
9.4±2.9 |
7.7±2.6 |
11.2±2.8 |
9.8±3.3 |
13.8±6.3 |
8.6±2.5 |
18.3±2.5 |
10.9±3.5 |
18.1±8.5 |
Hpr |
10.8±3.6 |
17.0±4.6 |
11.3±1.8 |
17.7±2.6 |
18.1±3.2 |
49.7±23.7 |
11.0±3.7 |
40.2±15.7 |
16.3±4.8 |
40.2±22.9 |
Ee |
96.9±5.1 |
101.4±6.5 |
97.0±3.6 |
102.4±7.5 |
96.7±4.8 |
89.0±21.4 |
95.3±3.8 |
99.9±11.8 |
98.9±6.1 |
84.7±29.7 |
Ef |
102.3±10.5 |
93.2±5.3 |
108.2±8.7 |
96.6±6.3 |
94.8±5.9 |
92.4±10.9 |
103.3±10.9 |
108.6±12.9 |
102.2±6.1 |
94.6±29.5 |
Source: Prepared by the authors.
Table 3. Body angles for ASTM A36 steel.
ASTM
A36 steel |
||||||||||
|
O1 |
O2 |
O3 |
O4 |
O5 |
O6 |
O7 |
O8 |
O9 |
O10 |
Fe |
32.2±8.5 |
54.7±20.1 |
31.3±6.7 |
54.7±20.1 |
42.4±2.9 |
41.4±7.6 |
29.2±5.0 |
46.6±3.8 |
42.9±3.5 |
57.7±20.1 |
Ad |
7.6±1.6 |
10.4±1.3 |
6.6±2.0 |
9.7±1.7 |
10.8±1.5 |
13.6±5.3 |
8.2±1.6 |
16.3±2.8 |
9.8±1.6 |
19.6±6.1 |
Abd |
25.0±2.7 |
36.2±6.3 |
25.8±3.4 |
34.7±7.9 |
36.0±7.0 |
47.0±22.0 |
26.9±2.4 |
55.1±17.9 |
36.6±7.3 |
47.3±29.5 |
Gra |
9.0±2.2 |
11.6±2.6 |
8.7±2.2 |
9.3±3.0 |
9.8±3.3 |
15.1±6.8 |
8.2±2.0 |
15.8±5.1 |
103±4.0 |
18.1±11.7 |
Hpr |
8.9±2.0 |
15.0±5.1 |
12.4±2.5 |
16.8±3.9 |
18.1±3.2 |
44.1±15.8 |
9.8±2.7 |
31.8±13.8 |
16.6±6.0 |
30.6±13.7 |
Ee |
98.4±5.0 |
98.3±5.8 |
99.3±4.8 |
101.6±5.6 |
96.7±4.8 |
80.4±21.3 |
97.6±5.6 |
95.6±8.0 |
100.1±5.8 |
106.9±25.1 |
Ef |
106.6±11.3 |
96.1±6.7 |
105.3±6.8 |
100.3±5.1 |
94.8±5.9 |
94.4±26.2 |
109.2±7.2 |
107.7±12.9 |
98.2±8.5 |
72.9±23.4 |
Source: Prepared by the authors.
The postures (body angles) were evaluated for
the same time intervals, ranging from 120 to 130 seconds for SAE 1055 (see
Table 2) and from 180 to 185 seconds for ASTM A36 (see Table 3). The time
intervals during changes of body position (Tcbp) were also measured and the
results are shown in the following table:
Table 4. Time intervals
during changes of body position.
Operator |
Tcbp (s) |
1 |
40 |
2 |
26 |
3 |
48 |
4 |
26 |
5 |
25 |
6 |
20 |
7 |
38 |
8 |
19 |
9 |
30 |
10 |
16 |
Mean |
28.8 |
Source: Prepared by the authors.
The assessment of postural load and
musculoskeletal risk was developed using REBA (Rapid Entire Body Assessment)
(Diego, 2015), RULA (Rapid Upper Limb Assessment) (Diego et al., 2015)
and OCRA Checklist (Occupational Repetitive Action) (Malchaire et al., 2011);
REBA, RULA and OCRA Checklist in Excel were used, where data were collected on
the different positions adopted by the students in a drilling exercise for ASTM
A36 steel and SAE 1055 steel, 12 and 22 mm thick plates, respectively. Critical
tasks and position changes were considered, with a time interval ranging from
120 to 130 seconds for SAE 1055 and between 180 and 185 seconds for ASTM A36,
time in which the operator manifested discomfort or change of position. The
test results are presented in the following tables:
Table 5. OCRA Checklist risk-method.
Operator |
Right |
Range |
Left |
Range |
1 |
13.50 |
Not acceptable (low) |
2.25 |
Acceptable |
2 |
36.40 |
Not acceptable (high) |
1.30 |
Acceptable |
3 |
13.50 |
Not acceptable (low) |
2.25 |
Acceptable |
4 |
36.40 |
Not acceptable (high) |
1.30 |
Acceptable |
5 |
36.40 |
Not acceptable (high) |
1.30 |
Acceptable |
6 |
70.13 |
Not acceptable (very high) |
2.25 |
Acceptable |
7 |
13.50 |
Not acceptable (low) |
2.25 |
Acceptable |
8 |
70.13 |
Not acceptable (very high) |
2.25 |
Acceptable |
9 |
36.40 |
Not acceptable (high) |
1.30 |
Acceptable |
10 |
70.13 |
Not acceptable (very high) |
2.25 |
Acceptable |
Source: Prepared by the authors.
Table 6. RULA risk-method.
Operator |
Final score (1-7) |
Risk level (1-4) |
1 |
5 |
3 |
2 |
6 |
3 |
3 |
5 |
3 |
4 |
6 |
3 |
5 |
6 |
3 |
6 |
7 |
4 |
7 |
5 |
3 |
8 |
7 |
4 |
9 |
6 |
3 |
10 |
7 |
4 |
Source: Prepared by the authors.
Table 7. REBA risk-method.
Operator |
Final score (1-15) |
Action level (0-4) |
Risk level |
1 |
3 |
1 |
Low |
2 |
8 |
3 |
High |
3 |
3 |
1 |
Low |
4 |
8 |
3 |
High |
5 |
8 |
3 |
High |
6 |
14 |
4 |
Very high |
7 |
3 |
1 |
Low |
8 |
14 |
4 |
Very high |
9 |
8 |
3 |
High |
10 |
14 |
4 |
Very high |
Source: Prepared by the authors.
Table 8 shows a summary of all the variables
analyzed per operator:
Table 8. Variables summary.
Operator |
Age |
Experience |
Laterality |
OCRA |
RULA |
REBA |
1 |
19 |
4 |
44 |
13.5 |
5 |
3 |
2 |
21 |
1 |
46 |
36.4 |
6 |
8 |
3 |
21 |
3 |
42 |
13.5 |
5 |
3 |
4 |
19 |
2 |
46 |
36.4 |
6 |
8 |
5 |
20 |
4 |
46 |
36.4 |
6 |
8 |
6 |
21 |
1 |
48 |
70.13 |
7 |
14 |
7 |
21 |
1 |
43 |
13.5 |
5 |
3 |
8 |
18 |
1 |
48 |
70.13 |
7 |
14 |
9 |
20 |
1 |
45 |
36.4 |
6 |
8 |
10 |
18 |
1 |
49 |
70.13 |
7 |
14 |
Source: Prepared by the authors.
RESULTS
The correlation analysis between the
variables determined their direct relationship: laterality-OCRA (r=0.953,
sig<0.05), laterality-RULA (r=0.962, sig <0.05), laterality-REBA
(r=0.959, sig< 0.05). All these variables with a two-tailed significance
value less than 0.05, which indicates a very strong correlation between
variables. The other variables presented an inverse correlation: age-OCRA
(r=-0.456, sig>0.05), experience-OCRA (r=-0.533, sig>0.05), age-RULA (r =
-0.443, sig> 0.05), experience-RULA (r = -0.529, sig> 0.05), age-REBA
(r=-0.450, sig>0.05), experience-REBA (r=-0.532, sig>0.05), with a
two-tailed significance value greater than 0.05, which indicates a not so
strong relationship between variables.
Table 9. Ergonomic
risk-experience correlation.
Experience |
OCRA |
RULA |
REBA |
||
Experience |
Pearson’s
correlation |
1 |
-0.533 |
-0.529 |
-0.532 |
Sig. (2-tailed) |
0.113 |
0.116 |
0.114 |
||
OCRA |
Pearson’s
correlation |
-0.533 |
1 |
0.993 |
0.998 |
Sig. (2-tailed) |
0.113 |
0.000 |
0.000 |
||
RULA |
Pearson’s
correlation |
-0.529 |
0.993 |
1 |
0.998 |
Sig. (2-tailed) |
0.116 |
0.000 |
0.000 |
||
REBA |
Pearson’s
correlation |
-0.532 |
0.998 |
0.998 |
1 |
Sig. (2-tailed) |
0.114 |
0.000 |
0.000 |
Source: Prepared by the authors.
Table 10. Ergonomic
risk-age correlation.
Age |
OCRA |
RULA |
REBA |
||
Age |
Pearson’s
correlation |
1 |
-0.456 |
-0.443 |
-0.450 |
Sig. (2-tailed) |
0.185 |
0.200 |
0.192 |
||
OCRA |
Pearson’s
correlation |
-0.456 |
1 |
0.993 |
0.998 |
Sig. (2-tailed) |
0.185 |
0.000 |
0.000 |
||
RULA |
Pearson’s
correlation |
-0.443 |
0.993 |
1 |
0.998 |
Sig. (2-tailed) |
0.200 |
0.000 |
0.000 |
||
REBA |
Pearson’s
correlation |
-0.450 |
0.998 |
0.998 |
1 |
Sig. (2-tailed) |
0.192 |
0.000 |
0.000 |
Source: Prepared by the authors.
Table 11. Ergonomic
risk-laterality correlation.
Laterality |
OCRA |
RULA |
REBA |
||
Laterality |
Pearson’s
correlation |
1 |
0.953 |
0.962 |
0.959 |
Sig. (2-tailed) |
0.000 |
0.000 |
0.000 |
||
OCRA |
Pearson’s
correlation |
0.953 |
1 |
0.993 |
0.998 |
Sig. (2-tailed) |
0.000 |
0.000 |
0.000 |
||
RULA |
Pearson’s
correlation |
0.962 |
0.993 |
1 |
0.998 |
Sig. (2-tailed) |
0.000 |
0.000 |
0.000 |
||
REBA |
Pearson’s
correlation |
0.959 |
0.998 |
0.998 |
1 |
Sig. (2-tailed) |
0.000 |
0.000 |
0.000 |
Source: Prepared by the authors.
DISCUSSION
This research explains that when a left-handed person operates a drill
press, he adopts incorrect postures and this represents a risk of MSI,
primarily in their upper limbs; lower limbs did not adopt unusual positions
during the study, so they did not affect the experiment.
In addition, the individuals analyzed
expressed their discomfort after working with the drill, arguing that “it is
difficult because we have to operate the controls with our weaker hand”.
Every industry, whether large or small, even
a study center with machine tools, produces tasks with repetitive movements and
work overloads. Globally, it is considered that between 30% and 50% of workers
are exposed to risks that produce MSI, which impacts on productivity and,
therefore, on industry economics (Rodríguez & Heredia, 2013; Sánchez et
al., 2017).
Tasks with repetitive motions are common in
metalworking companies, as well as in most modern industries and workplaces;
this can lead to MSI, which is an important cause of illness and injuries.
Physical requirements frequently exceed the
worker’s capabilities and therefore fatigue arises; it can be mental and
physical, with cases of pain and discomfort. If appropriate corrective measures
are not taken, the quality of the work performed may decrease, going as far as
not being able to perform the assigned task (Seguel & Valenzuela, 2014).
CONCLUSIONS
The results of the REBA, RULA and OCRA
Checklist methods established that, of the population studied (left-handed
operators), 30% has a “low” risk, 40% has a “high” risk and 30% has a “very
high” risk of suffering MSI in upper limbs due to the different maneuvers when
using drill press.
Age and experience operating the drill press
are variables that statistically have an inverse relationship with respect to
the risk of suffering MSI; that is, the higher the age and experience, the
lower the risk of suffering these injuries. This result is clearly visible in
reality, since the most experienced operators create work habits that gradually
decrease the risk of injury.
There is a close relationship between the
degree of laterality and the adoption of inappropriate positions when working
with the drill press. The more “left-handed” a person is, the more the person
tends to acquire positions that in the long run could cause MSI in their upper
limbs.
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[1] Ingeniero mecánico por la Escuela Politécnica Nacional (Quito,
Ecuador); magíster en Educación, con mención en Educación Superior, por la
Universidad Tecnológica Americana (Quito, Ecuador); y magíster en Gestión de
Energías por la Universidad Técnica de Cotopaxi (Latacunga, Ecuador).
Actualmente, es docente e investigador de Ingeniería Mecatrónica en la
Universidad Politécnica Salesiana (Quito (Ecuador) y miembro del grupo de
investigación Bioingeniería y Biomecatrónica (ByB).
E-mail:
fobando@ups.edu.ec
[2] Ingeniero mecánico por la Escuela Politécnica del Ejército (Latacunga,
Ecuador) y magíster en Gestión de Energías por la Universidad Técnica de
Cotopaxi (Latacunga, Ecuador). Actualmente, es docente e investigador de
Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Politécnica Salesiana (Quito, Ecuador).
E-mail:
cmaldonado@ups.edu.ec
[3] Mechanical Engineer from the Escuela Politécnica Nacional (Quito,
Ecuador); Master in Education, with a major in Higher Education from the Universidad
Tecnológica Americana (Quito, Ecuador); and Master in Energy Management from the
Universidad Técnica de Cotopaxi (Latacunga, Ecuador). Currently working as Professor and researcher of
Mechatronics Engineering at the Universidad Politécnica Salesiana (Quito,
Ecuador) and a member of the Bioingeniería y Biomecatrónica (ByB) research
group.
E-mail:
fobando@ups.edu.ec
[4] Mechanical Engineer from the Escuela Politécnica del Ejército
(Latacunga, Ecuador) and Master in Energy Management from the Universidad
Técnica de Cotopaxi (Latacunga, Ecuador). Currently working as Professor and researcher of
Mechatronics Engineering at Universidad Politécnica Salesiana (Quito, Ecuador).
E-mail: cmaldonado@ups.edu.ec