Revista Industrial Data 22(2): 139-156 (2019)

DOI: http://dx.doi.org/10.15381/idata.v22i2.14636

ISSN: 1560-9146 (Impreso) / ISSN: 1810-9993 (Electrónico)

 

Recibido: 16/11/2018

Aceptado: 25/06/2019

 

 

 

DIAGNÓSTICO ERGONÓMICO DE LOS CAMBIOS POSTURALES Y EVALUACIÓN DE RIESGO ERGONÓMICO DE UN OPERARIO ZURDO EN EL MANEJO DE UN TALADRO DE PEDESTAL, CON EL USO DE LOS MÉTODOS REBA, RULA Y OCRA CHECKLIST

 

 

Fabio Eduardo Obando Herrera[1]

Carlos Iván Maldonado Dávila[2]

 

 

RESUMEN

 

La presente investigación es un estudio destinado a valorar la postura y evaluar el riesgo de lesiones musculoesqueléticas (LME) en miembros superiores de estudiantes de Ingeniería Mecánica de la Universidad Politécnica Salesiana de Quito, Ecuador. Mediante un estudio descriptivo de diez estudiantes con edad promedio de 19,8±1,23 años y experiencia promedio en el uso del taladro de 1,9±1,3 meses, se valoró el riesgo ergonómico utilizando los métodos REBA (evaluación rápida de cuerpo entero), RULA (evaluación rápida de las extremidades superiores) y OCRA Checklist (acción repetitiva ocupacional). Previamente, se evaluó la lateralidad mediante los test de Harris y Edimburgo, obteniendo el 100% de la población consistentemente zurda (p<0,05). Mediante la fotometría y con el apoyo del software libre Ruler se midieron los ángulos de los miembros superiores, estableciendo una base de datos para la valoración del riesgo ergonómico. Luego, a través de la correlación de Pearson se comparó la lateralidad del operario con cada método de evaluación ergonómica. Además, otras variables analizadas fueron la edad de los operarios y la experiencia en el uso del taladro de pedestal, las mismas que no aportan al riesgo de LME. En conclusión, existe un alto riesgo de LME en operarios zurdos cuando ejecutan un taladro de pedestal, y este riesgo crece con su grado de lateralidad.

 

Palabras clave: lateralidad, riesgos ergonómicos, REBA, RULA, OCRA Checklist.

 

INTRODUCCIÓN

 

En la Universidad Politécnica Salesiana, con sede en Quito (Ecuador), la carrera de Ingeniería Mecánica promueve una educación integral, vinculando valores de excelencia profesional a sus estudiantes, tanto en la parte teórica como práctica. Dentro de este último, el aprendizaje del uso de las diferentes máquinas herramientas, como del taladro de pedestal, pues esta máquina tiene los mandos de fuerza en el lado derecho, lo que genera problemas a los estudiantes zurdos. Los zurdos tienen grandes dificultades para operar la máquina, las cuales en poco tiempo provocan una deficiente calidad de operación, así como fatiga y lesiones, especialmente en sus miembros superiores. A las personas que poseen lateralidad izquierda les causa dificultad entender el concepto izquierda-derecha, desarrollado por Medina y García (2010), en dispositivos diseñados para diestros, por lo que son proclives a sufrir accidentes y lesiones (Martínez et al., 2013; Vallejo, 2014). Cuando se diseña una máquina, en la mayoría de casos no se consideran ciertas características puntuales del operador, tal como la lateralidad; la mayoría de las máquinas y herramientas usadas en talleres metalmecánicos tienen sus mandos al lado derecho.

 

En Ecuador, como en muchos países, se está impulsando estudios sobre prevención de riesgos laborales y se ha emitido el Reglamento de seguridad y salud de los trabajadores y mejoramiento del medio ambiente de trabajo, dando las pautas para una cultura de prevención de riesgos laborales. La lateralidad es un factor preponderante cuando hablamos de adaptación de un individuo a un puesto de trabajo, teóricamente deberíamos considerar el diseño de máquinas con mandos especiales, adaptados a zurdos (Mondelo et al., 1999; Estrada, 2015).

 

En un ambiente de trabajo diseñado para diestros, este influye en la preferencia postural, por lo que los zurdos deben acomodarse a un nuevo mundo totalmente diferente al que están habituados (Bejarano y Naranjo, 2014). Existe una relación directa entre la lateralidad, el movimiento del cuerpo y la orientación (Casado et al., 2015; Barrero et al., 2015). Por ello, concluimos en que la persona con lateralidad izquierda debe realizar movimientos no programados para adaptarse, ya sea al puesto de trabajo o para operar una máquina que está diseñada para ser operada por un diestro.

 

En la población mundial, aproximadamente el 10% tiene preferencia por el uso de la mano izquierda; de este porcentaje se categorizan a los tipos de combinación de lateralidad (López et al., 2018; Carrillo et al., 2016). Existen varias versiones sobre lo que la lateralidad significa, así como también varias clasificaciones, pero la más aceptada es la que desarrolla Mayolas (2003) cuando señala que la lateralidad integral indica qué lado del cuerpo domina al otro; la lateralidad no integral, si la persona tiene un predominio neurológico distinto en sus segmentos; la lateralidad cruzada, si la persona tiene dominio neurológico distinto a su praxis; la lateralidad contrariada, si la persona es zurda o usa el lado derecho habitualmente; ambidiestro, si no tiene un predominio claro y usa alternativamente su lado derecho e izquierdo. Como manifiesta Mayolas (2003), para especificar la lateralidad de un individuo, se aplican conjuntos de pruebas psicológicas más la observación de actividades de ojos, oídos, manos, brazos, piernas y pies.

 

Métodos de evaluación ergonómica

 

Durante el ejercicio del trabajo en un taller, operando máquinas herramientas, específicamente el taladro de pedestal, el operario zurdo está expuesto a diversos factores de riesgo, cuyo mayor riesgo está dado por la acción de posturas que ergonómicamente resultan peligrosas y las que dan como consecuencias lesiones musculoesqueléticas (LME) que varían de leves a graves condiciones incapacitantes (Sánchez et al., 2017). La distribución del peso, carga o fuerza aplicada en una zona concreta del cuerpo, aumenta la posibilidad de sufrir en el tiempo una lesión (Gómez et al., 2017). Por otro lado, para Asensio et al., (2012) y Mondelo et al., (1999), cuando se evalúa ergonómicamente a una persona para prevenir trastornos musculoesqueléticos, se debe considerar como factores de análisis los movimientos repetitivos, las elevaciones de cargas, las posturas forzadas y estáticas, el requerimiento mental, la redundancia de acciones, las vibraciones, el ambiente, etc.

 

Además, para Pedro (2016) y Asensio et al. (2012), los métodos de evaluación ergonómica (MEE) se centralizan en la observación de determinados factores como lo son las elevaciones de cargas, las posturas forzadas o la repetitividad de movimientos. De acuerdo con Diego et al. (2015), el método RULA permiten evaluar posturas forzadas; según Malchaire et al. (2011), los movimientos repetitivos se evalúan con el método OCRA; y, de acuerdo a Diego (2015), el método REBA es el adecuado.

 

El taladro de pedestal, como toda máquina herramienta, debe ser operada por una persona que se encuentre en posiciones adecuadas, experimente comodidad y pueda realizar el trabajo de forma eficiente (Estrada, 2015).

 

Las posiciones (ángulos) de segmentos corporales ergonómicamente idóneos para operar el taladro los plantea también Estrada (2015); estos son: flexión-tronco [0-20°], torsión-tronco [0-10°], brazo y hombro-flexión o abducción [0-20°], cabeza cuello-flexión extensión [0-10°], cabeza cuello, según el ángulo de visión, flexión extensión [-40-0°]; antebrazo-flexión [60-100°], muñeca-flexión extensión [0-15°].

 

MATERIALES Y MÉTODOS

 

Se realizó un estudio observacional y correlacional a diez estudiantes: ocho hombres y dos mujeres de la carrera de Ingeniería Mecánica de la Universidad Politécnica Salesiana, con sede en Quito (Ecuador). La población contó con edades comprendidas entre 18 y 21 años, con una experiencia en el uso del taladro de pedestal entre uno y doce meses, en una jornada de trabajo de cuatro horas de clase-taller con actividades dinámicas de carga física de leve a moderada, los mismos que permanecen en promedio el 65,0% del tiempo de clase operando la máquina.

 

Al valorar la carga postural y el riesgo musculoesquelético se debe tomar en cuenta el nivel de requerimiento físico impuesto por el trabajo asignado y que esté dentro de los limites fisiológicos, biomecánicos y antropométricos tolerables ya que se puede exceder la capacidad de la persona con el consecuente riesgo para la salud (Montiel et al., 2006).

 

Medición del grado de lateralidad

 

La investigación se centró en una población de diez operarios evidentemente zurdos por simple inspección, con edades de 19,8±1,23 años y con 1,9±1,3 meses de experiencia en el uso del taladro de pedestal; estos operarios manifestaron, por propia voluntad y por escrito, su deseo de hacer las pruebas prácticas de medición de lateralidad y realizar una rutina de trabajo en el taladro de pedestal.

 

Para medir el grado de lateralidad de los operarios se tomaron como instrumentos de medición los test de Harris y de Edimburgo (Fernández, 2001). El test de Edimburgo expone que, para un puntaje máximo de 50 puntos, la persona debe ser «consistentemente zurda»; y, para un puntaje mínimo de 10 puntos, la persona debe ser «consistentemente diestra». Además, se realizaron preguntas adicionales tomadas del test de Harris, el cual también evalúa la lateralidad considerando el pie y ojo dominantes, con un puntaje cualitativo D. D. D. D. para «diestro completo» e I. I. I. I. para «zurdo completo». Los resultados del test se resumen en la tabla 1:

 

Tabla 1. Resultados de los test de Harris y de Edimburgo.

Operario

Test de Edimburgo

Test de Harris

Puntaje

Lateralidad

Puntaje

Lateralidad

1

44

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

2

46

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

3

42

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

4

46

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

5

46

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

6

48

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

7

43

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

8

48

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

9

45

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

10

49

Consistentemente zurdo

I. I. I. I.

Zurdo completo

Fuente: elaboración propia.

 

Mediciones de ángulos de miembros superiores

 

Con el apoyo del software libre Ruler (ver figura 1), se midieron los ángulos de miembros superiores: flexo-extensión (Fe), aducción (Ad), abducción (Abd), rotación-articulación glenohumeral (Rag), rotación-plano horizontal (Rph), codo-extensión (Ce) y codo-flexión (Cf) de toda la población; dichos valores se resumen en las tablas 2 y 3.

 

Figura 1. Medición de ángulos con Ruler.

Fuente: elaboración propia.

 

Con cada operario se trabajó en dos perforaciones, en dos diferentes materiales: acero ASTM A36 y acero SAE 1055, en placas de 12 y 22 mm de espesor, respectivamente.

 

Tabla 2. Ángulos corporales para acero SAE 1055.

 

Acero SAE 1055

 

O1

O2

O3

O4

O5

O6

O7

O8

O9

O10

Fe

31,6±6,7

47,2±6,4

27,4±3,5

47,2±6,4

42,4±2,9

47,9±10,6

30,1±6,5

42,8±2,2

43,4±4,3

47,8±5,8

Ad

7,6±1,9

11,0±1,6

7,7±2,0

10,3±2,1

10,8±1,5

13,7±4,9

7,7±1,9

11,2±2,5

10,1±1,3

13,3±4,6

Abd

24,2±3,4

36,3±6,6

22,9±2,7

31,6±4,0

36,0±7,0

53,2±22,6

24,2±3,6

53,1±21,9

34,8±6,2

55,1±29,5

Rag

10,0±1,9

9,4±2,9

7,7±2,6

11,2±2,8

9,8±3,3

13,8±6,3

8,6±2,5

18,3±2,5

10,9±3,5

18,1±8,5

Rph

10,8±3,6

17,0±4,6

11,3±1,8

17,7±2,6

18,1±3,2

49,7±23,7

11,0±3,7

40,2±15,7

16,3±4,8

40,2±22,9

Ce

96,9±5,1

101,4±6,5

97,0±3,6

102,4±7,5

96,7±4,8

89,0±21,4

95,3±3,8

99,9±11,8

98,9±6,1

84,7±29,7

Cf

102,3±10,5

93,2±5,3

108,2±8,7

96,6±6,3

94,8±5,9

92,4±10,9

103,3±10,9

108,6±12,9

102,2±6,1

94,6±29,5

Fuente: elaboración propia.

 

Tabla 3. Ángulos corporales para acero ASTM A36.

Acero ASTM A36

 

O1

O2

O3

O4

O5

O6

O7

O8

O9

O10

Fe

32,2±8,5

54,7±20,1

31,3±6,7

54,7±20,1

42,4±2,9

41,4±7,6

29,2±5,0

46,6±3,8

42,9±3,5

57,7±20,1

Ad

7,6±1,6

10,4±1,3

6,6±2,0

9,7±1,7

10,8±1,5

13,6±5,3

8,2±1,6

16,3±2,8

9,8±1,6

19,6±6,1

Abd

25,0±2,7

36,2±6,3

25,8±3,4

34,7±7,9

36,0±7,0

47,0±22,0

26,9±2,4

55,1±17,9

36,6±7,3

47,3±29,5

Rag

9,0±2,2

11,6±2,6

8,7±2,2

9,3±3,0

9,8±3,3

15,1±6,8

8,2±2,0

15,8±5,1

103±4,0

18,1±11,7

Rph

8,9±2,0

15,0±5,1

12,4±2,5

16,8±3,9

18,1±3,2

44,1±15,8

9,8±2,7

31,8±13,8

16,6±6,0

30,6±13,7

Ce

98,4±5,0

98,3±5,8

99,3±4,8

101,6±5,6

96,7±4,8

80,4±21,3

97,6±5,6

95,6±8,0

100,1±5,8

106,9±25,1

Cf

106,6±11,3

96,1±6,7

105,3±6,8

100,3±5,1

94,8±5,9

94,4±26,2

109,2±7,2

107,7±12,9

98,2±8,5

72,9±23,4

Fuente: elaboración propia.

 

Se evaluaron las posturas (ángulos corporales) para un mismo intervalo de tiempo que oscilaba entre 120 y 130 segundos para SAE 1055 (ver tabla 2) y entre 180 y 185 segundos para ASTM A36 (ver tabla 3). Midiendo también los intervalos de tiempo donde existe cambio de posición corporal (Tcp), cuyos resultados se muestran en la siguiente tabla:

 

Tabla 4. Tiempos de cambio de posición corporal.

Operario

Tcp (s)

1

40

2

26

3

48

4

26

5

25

6

20

7

38

8

19

9

30

10

16

Media

28.8

Fuente: elaboración propia.

 

La valoración de la carga postural y el riesgo musculoesquelético se desarrolló con los métodos REBA (evaluación rápida de cuerpo entero) (Diego, 2015), RULA (evaluación rápida de las extremidades superiores) (Diego et al., 2015) y OCRA Checklist (acción repetitiva ocupacional) (Malchaire et al., 2011), utilizando el formato-hoja de cálculo Excel REBA, RULA y OCRA Checklist, donde se recolectaron datos de las diferentes posturas adoptadas por los estudiantes en un ejercicio de taladrado para dos aceros ASTM A36 y SAE 1055 en placas de 12 y 22 mm de espesor, respectivamente. Se consideraron las tareas críticas y cambios de posición con un intervalo de tiempo que oscilaba entre 120 y 130 segundos para SAE 1055 y entre 180 y 185 segundos para ASTM A36, tiempo en el cual el operario manifestaba molestia o cambio de posición. Los resultados de las pruebas se presentan en las siguientes tablas:

 

Tabla 5. Riesgo-método OCRA Checklist.

Operario

Derecho

Rango

Izquierdo

Rango

1

13,50

No aceptable (leve)

2,25

Aceptable

2

36,40

No aceptable (alto)

1,30

Aceptable

3

13,50

No aceptable (leve)

2,25

Aceptable

4

36,40

No aceptable (alto)

1,30

Aceptable

5

36,40

No aceptable (alto)

1,30

Aceptable

6

70,13

No aceptable (muy alto)

2,25

Aceptable

7

13,50

No aceptable (leve)

2,25

Aceptable

8

70,13

No aceptable (muy alto)

2,25

Aceptable

9

36,40

No aceptable (alto)

1,30

Aceptable

10

70,13

No aceptable (muy alto)

2,25

Aceptable

Fuente: elaboración propia.

 

Tabla 6. Riesgo-método RULA.

Operario

Puntuación final (1-7 )

Nivel de riesgo (1-4)

1

5

3

2

6

3

3

5

3

4

6

3

5

6

3

6

7

4

7

5

3

8

7

4

9

6

3

10

7

4

Fuente: elaboración propia.

 

Tabla 7. Riesgo-método REBA.

Operario

Puntuación final (1-15)

Nivel de acción (0-4)

Nivel de riesgo

1

3

1

Bajo

2

8

3

Alto

3

3

1

Bajo

4

8

3

Alto

5

8

3

Alto

6

14

4

Muy alto

7

3

1

Bajo

8

14

4

Muy alto

9

8

3

Alto

10

14

4

Muy alto

  Fuente: elaboración propia.

 

En la tabla 8 se presenta un resumen de todas las variables analizadas por operador:

 

Tabla 8. Resumen de variables.

Operario

Edad

Experiencia

Lateralidad

OCRA

RULA

REBA

1

19

4

44

13,5

5

3

2

21

1

46

36,4

6

8

3

21

3

42

13,5

5

3

4

19

2

46

36,4

6

8

5

20

4

46

36,4

6

8

6

21

1

48

70,13

7

14

7

21

1

43

13,5

5

3

8

18

1

48

70,13

7

14

9

20

1

45

36,4

6

8

10

18

1

49

70,13

7

14

Fuente: elaboración propia.

 

RESULTADOS

 

El análisis de correlación entre las variables determinó la relación directa de ellas: lateralidad-OCRA (r=0.953, sig<0.05), lateralidad-RULA (r=0.962, sig<0.05), lateralidad-REBA (r=0.959, sig<0.05); todas estas variables con un valor de significación bilateral menor a 0.05, lo que nos indica una correlación muy fuerte entre variables. Las demás variables que presentaron una correlación inversa fueron: edad-OCRA (r=-0.456, sig>0.05), experiencia-OCRA (r=-0.533, sig>0.05), edad-RULA (r=-0.443, sig>0.05), experiencia-RULA (r=-0.529, sig>0.05), edad-REBA (r=-0.450, sig>0.05), experiencia-REBA (r=-0.532, sig>0.05), con un valor de significación bilateral mayor a 0.05, lo que indica una relación no tan fuerte de variables.

 

Tabla 9. Correlación experiencia-riesgo ergonómico.

Experiencia

OCRA

RULA

REBA

Experiencia

Correlación de Pearson

1

-0,533

-0,529

-0,532

Sig. (bilateral)

0,113

0,116

0,114

OCRA

Correlación de Pearson

-0,533

1

0,993

0,998

Sig. (bilateral)

0,113

0,000

0,000

RULA

Correlación de Pearson

-0,529

0,993

1

0,998

Sig. (bilateral)

0,116

0,000

0,000

REBA

Correlación de Pearson

-0,532

0,998

0,998

1

Sig. (bilateral)

0,114

0,000

0,000

Fuente: elaboración propia.

 

Tabla 10. Correlación edad-riesgo ergonómico.

Edad

OCRA

RULA

REBA

Edad

Correlación de Pearson

1

-0,456

-0,443

-0,450

Sig. (bilateral)

0,185

0,200

0,192

OCRA

Correlación de Pearson

-0,456

1

0,993

0,998

Sig. (bilateral)

0,185

0,000

0,000

RULA

Correlación de Pearson

-0,443

0,993

1

0,998

Sig. (bilateral)

0,200

0,000

0,000

REBA

Correlación de Pearson

-0,450

0,998

0,998

1

Sig. (bilateral)

0,192

0,000

0,000

 Fuente: elaboración propia.

 

Tabla 11. Correlación lateralidad-riesgo ergonómico.

Lateralidad

OCRA

RULA

REBA

Lateralidad

Correlación de Pearson

1

0,953

0,962

0,959

Sig. (bilateral)

0,000

0,000

0,000

OCRA

Correlación de Pearson

0,953

1

0,993

0,998

Sig. (bilateral)

0,000

0,000

0,000

RULA

Correlación de Pearson

0,962

0,993

1

0,998

Sig. (bilateral)

0,000

0,000

0,000

REBA

Correlación de Pearson

0,959

0,998

0,998

1

Sig. (bilateral)

0,000

0,000

0,000

Fuente: elaboración propia.

 

DISCUSIÓN

 

La investigación presentada explica que cuando una persona zurda opera el taladro de pedestal acoge posturas incorrectas, lo que genera el riesgo de adquirir LME, esencialmente en sus miembros inferiores, los cuales no afectaron al experimento, ya durante el estudio que estos no adoptaron posiciones fuera de lo normal.

 

Además, los individuos analizados luego de realizar el trabajo con el taladro manifestaron su molestia, con el argumento de que «es difícil porque tenemos que operar los mandos con nuestra mano más débil».

 

Toda industria, sea esta grande o pequeña, incluso un centro de estudio que posea máquinas herramientas, genera tareas con movimientos repetitivos e inclusive aparecen las sobrecargas de trabajo. A nivel mundial, se considera que entre 30 y 50% de los trabajadores están expuestos a riesgos que generan LME, lo que impacta en la productividad y, por tanto, en la economía de la industria (Rodríguez y Heredia, 2013; Sánchez et al., 2017).

 

Las tareas con movimientos repetitivos son comunes dentro de trabajos en empresas de metalmecánica, así como también en la gran mayoría de las industrias y centros de trabajo modernos, lo que puede dar lugar a LME, causa importante de enfermedad y lesiones.

 

Los requerimientos físicos frecuentemente exceden las capacidades del trabajador y surge fatiga, la misma que puede ser mental y física, con cuadros de dolor y malestar; si no se toman los correctivos adecuados, se puede llegar a disminuir la calidad de trabajo, incluso a la incapacidad para la ejecución del trabajo asignado (Seguel y Valenzuela, 2014).

 

CONCLUSIONES

 

Los resultados de los métodos REBA, RULA y OCRA Checklist establecieron que, de la población estudiada (operarios zurdos), existe el 30% con un riesgo «leve», el 40% tiene un riesgo «alto» y el 30% tiene un riesgo «muy alto» de sufrir LME en miembros superiores para las diferentes maniobras del proceso de uso del taladro de pedestal.

La edad y la experiencia en el manejo del taladro de pedestal son variables que estadísticamente tienen una relación inversa respecto al riesgo de sufrir LME; es decir, mientras más altas sean la edad y la experiencia, menor será el riesgo de sufrir estas lesiones. Este resultado se nota directamente en la realidad, ya que el operario con más experiencia crea hábitos de trabajo que poco a poco disminuye el riesgo de padecer lesiones.

 

Existe una estrecha relación entre el grado de lateralidad y la adopción de posturas no adecuadas cuando se opera el taladro de pedestal. Mientras más «zurda» sea una persona, esta tiende a adquirir posturas que a la larga podrían generarle LME en sus miembros superiores.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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Revista Industrial Data 22(2): 157-172 (2019)

DOI: http://dx.doi.org/10.15381/idata.v22i2.15436

ISSN: 1560-9146 (Impreso) / ISSN: 1810-9993 (Electrónico)

 

Received: 16/11/2018

Accepted: 25/06/2019

 

 

ERGONOMIC DIAGNOSIS OF POSTURAL CHANGES AND ERGONOMIC RISK ASSESSMENT OF A LEFT-HANDED USER IN THE OPERATION OF A DRILL PRESS, USING THE REBA, RULA AND OCRA CHECKLIST METHODS

 

 

Fabio Eduardo Obando Herrera[3]

Carlos Iván Maldonado Dávila[4]

 

 

ABSTRACT

 

This investigation is a study aimed at assessing posture and evaluating the risk of musculoskeletal injuries (MSI) in upper limbs of mechanical engineering students at the Universidad Politécnica Salesiana in Quito, Ecuador. Through a descriptive study of ten students with an average age of 19.8 ±1.23 years and average drill-use experience of 1.9 ±1.3 months, ergonomic risk was assessed using REBA (Rapid Entire Body Assessment), RULA (Rapid Upper Limb Assessment), and OCRA (Occupational Repetitive Action) Checklist methods. Previously, Harris and Edinburgh tests were used to evaluate laterality, which resulted in a 100% consistently left-handed population (p<0.05). Upper limb joint angles were measured using photometry and the free software Ruler, establishing a database for ergonomic risk assessment. Next, Pearson’s correlation was used to compare the operator’s laterality with each ergonomic evaluation method. Additionally, other variables analyzed were the operators’ age and their experience using the drill press, which do not contribute to the risk of MSI. In conclusion, a high risk of MSI exists for left-handed users when they operate a drill press, and this risk increases with their degree of laterality.

 

Keywords: laterality, ergonomic risks, REBA, RULA, OCRA Checklist.

 

INTRODUCTION

 

The Mechanical Engineering School at the Universidad Politécnica Salesiana, based in Quito (Ecuador), promotes a comprehensive education, instilling values ​​of professional excellence to its students, both in theory and practice. The latter includes learning to use different machine tools, such as the drill press, whose controls are located on the right side, which causes problems for left-handed students. They experience great difficulty when operating the machine, which quickly causes poor operation quality, as well as fatigue and injuries, especially in their upper limbs. People with left laterality find it difficult to understand the left-right concept, developed by Medina and García (2010), on devices designed for right-handed people, so they are prone to accidents and injuries (Martínez et al., 2013; Vallejo, 2014). In most cases, certain specific characteristics of the operators, such as laterality, are not considered when a machine is designed; most of the machines and tools used in metalworking shops have their controls on the right side.

 

In Ecuador, as in many other countries, studies on occupational risk prevention are being promoted and the Reglamento de seguridad y salud de los trabajadores y mejoramiento del medio ambiente de trabajo [Occupational Safety and Health and Improvement of the Work Environment Regulation] has been issued, providing guidelines for a culture of occupational risk prevention. Laterality is a predominant factor when talking about adapting an individual to a job, so theoretically the design of machines with special controls, adapted to left-handed people should be considered (Mondelo et al., 1999; Estrada, 2015).

 

In a work environment designed for right-handers, which influences postural preference, left-handers must adapt to a new world, totally different from the one they are used to (Bejarano & Naranjo, 2014). There is a direct relationship between laterality, body movements and orientation (Casado et al., 2015; Barrero et al., 2015); therefore, it is concluded that a person who is left-lateralized for hands must make unnatural movements in order to adapt, either to their workplace or to operate a machine that is designed to be operated by a right-handed person.

 

Approximately 10% of the world population prefers to use their left-hand; of this percentage, the types of laterality combination are categorized (López et al., 2018; Carrillo et al., 2016). There are several versions about the meaning of laterality, as well as several classifications, but the most accepted is the one developed by Mayolas (2003) who points out that homogeneous laterality occurs when one side of the body dominates the other; non-homogeneous laterality, if the person has a different neurological predominance in their segments ; crossed laterality, if the person has a different neurological predominance in their segments; opposite laterality, if the person is left-handed and uses the right side regularly; ambidextrous, if there is no clear predominance and the person alternately uses their right and left side. As Mayolas (2003) states, to specify the laterality of an individual, batteries of psychological tests are applied as well as the observation of activity of eyes, ears, hands, arms, legs and feet.

 

Ergonomic Assessment Methods

 

While operating machine tools in a workshop, specifically the drill press, the left-handed operator is exposed to various risk factors, whose greatest risk is caused by postures that are ergonomically dangerous and result in musculoskeletal injuries (MSI) that vary from mild to severe disabling conditions (Sánchez et al., 2017). The distribution of weight, load or force applied to a specific area of ​​the body increases the possibility of suffering an injury over time (Gómez et al., 2017). On the other hand, according to Asensio et al., (2012) and Mondelo et al., (1999), when a person is ergonomically evaluated to prevent musculoskeletal disorders, the analysis factors that should be considered are: repetitive movements, load elevation, forced and static postures, mental requirements, redundancy of actions, vibrations, the environment, etc.

 

Furthermore, for Pedro (2016) and Asensio et al. (2012) Ergonomic Assessment Methods (EAM) are centralized in the observation of certain factors such as lifting loads, forced postures or repetitive movements. According to Diego et al. (2015), the RULA method allows for the evaluation of forced postures; according to Malchaire et al. (2011), repetitive movements are evaluated with OCRA, and, according to Diego (2015), REBA is the adequate method.

 

As with any machine tool, the drill press must be operated by a person who is in a suitable position, experiences comfort and can perform the work efficiently (Estrada, 2015).

Estrada (2015) also proposes the positions (angles) of ergonomically suitable body segments to operate the drill, which are: trunk flexion [0-20°], trunk torsion [0-10°], arm and shoulder flexion or abduction [0-20°], head and neck flexion and extension [0-10°], head neck, depending on viewing angle, extension and flexion [-40-0°]; forearm flexion [60-100°], wrist flexion extension [0-15°].

 

MATERIALS AND METHODS

 

An observational and correlational study was carried out on ten students: eight men and two women from the Mechanical Engineering School of the Universidad Politécnica Salesiana, based in Quito (Ecuador). The population was aged between 18 and 21 years and had between one and twelve months’ experience using the drill press, working in a four-hour class/workshop including dynamic activities of light to moderate physical activity; on average, they spent 65% of class time operating the machine.

When assessing the postural load and musculoskeletal risk, it must be considered that the level of physical requirement imposed by the assigned work is within the tolerable physiological, biomechanical and anthropometric limits, otherwise, the capacity of the person might be exceeded and result in a health risk (Montiel et al., 2006).

 

Measuring laterality degree

 

The research focused on a population of ten evidently left-handed workers by simple inspection, aged 19.8±1.23 years and with 1.9±1.3 months of experience using the drill press. These operators expressed, by their own will and in writing, their desire to participate in practical tests of laterality measurement and perform a work routine on the drill press.

Harris and Edinburgh tests were used as measuring instruments (Fernández, 2001) to measure the operators’ degree of laterality. The Edinburgh test states that the person must be “consistently left-handed” in the case of a maximum score of 50 points and “consistently right-handed” in the case of a minimum score of 10 points. Moreover, additional questions were taken from the Harris test, which also assesses laterality considering the dominant foot and eye, with a qualitative score R. R. R. R. for “completely right-handed” and L. L. L. L. for “completely left-handed”. The test results are summarized in Table 1:

 

Table 1. Harris and Edinburgh tests results.

Operator

Edinburgh test

Harris test

Score

Laterality

Score

Laterality

1

44

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

2

46

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

3

42

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

4

46

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

5

46

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

6

48

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

7

43

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

8

48

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

9

45

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

10

49

Consistently left-handed

L. L. L. L.

Completely left-handed

Source: Prepared by the authors

 

Upper limbs angle measurements

 

With the support of free software Ruler (see figure 1), the upper limb angles were measured: flexo-extension (Fe), adduction (Ad), abduction (Abd), glenohumeral rotation-articulation (Gra), horizontal plane-rotation (Hpr), elbow-extension (Ee) and elbow-flexion (Ef) of the entire population. These values are shown in Tables 2 and 3.

 

Figure 1. Measuring angles with Ruler.

Source: Prepared by the authors.

 

Each operator worked in two perforations, in two different materials: ASTM A36 steel and SAE 1055 steel, 12 mm and 22 mm thick plates, respectively.

 

Table 2. Body angles for SAE 1055 steel.

 

SAE 1055 steel

 

O1

O2

O3

O4

O5

O6

O7

O8

O9

O10

Fe

31.6±6.7

47.2±6.4

27.4±3.5

47.2±6.4

42.4±2.9

47.9±10.6

30.1±6.5

42.8±2.2

43.4±4.3

47.8±5.8

Ad

7.6±1.9

11.0±1.6

7.7±2.0

10.3±2.1

10.8±1.5

13.7±4.9

7.7±1.9

11.2±2.5

10.1±1.3

13.3±4.6

Abd

24.2±3.4

36.3±6.6

22.9±2.7

31.6±4.0

36.0±7.0

53.2±22.6

24.2±3.6

53.1±21.9

34.8±6.2

55.1±29.5

Gra

10.0±1.9

9.4±2.9

7.7±2.6

11.2±2.8

9.8±3.3

13.8±6.3

8.6±2.5

18.3±2.5

10.9±3.5

18.1±8.5

Hpr

10.8±3.6

17.0±4.6

11.3±1.8

17.7±2.6

18.1±3.2

49.7±23.7

11.0±3.7

40.2±15.7

16.3±4.8

40.2±22.9

Ee

96.9±5.1

101.4±6.5

97.0±3.6

102.4±7.5

96.7±4.8

89.0±21.4

95.3±3.8

99.9±11.8

98.9±6.1

84.7±29.7

Ef

102.3±10.5

93.2±5.3

108.2±8.7

96.6±6.3

94.8±5.9

92.4±10.9

103.3±10.9

108.6±12.9

102.2±6.1

94.6±29.5

Source: Prepared by the authors.

 

Table 3. Body angles for ASTM A36 steel.

ASTM A36 steel

 

O1

O2

O3

O4

O5

O6

O7

O8

O9

O10

Fe

32.2±8.5

54.7±20.1

31.3±6.7

54.7±20.1

42.4±2.9

41.4±7.6

29.2±5.0

46.6±3.8

42.9±3.5

57.7±20.1

Ad

7.6±1.6

10.4±1.3

6.6±2.0

9.7±1.7

10.8±1.5

13.6±5.3

8.2±1.6

16.3±2.8

9.8±1.6

19.6±6.1

Abd

25.0±2.7

36.2±6.3

25.8±3.4

34.7±7.9

36.0±7.0

47.0±22.0

26.9±2.4

55.1±17.9

36.6±7.3

47.3±29.5

Gra

9.0±2.2

11.6±2.6

8.7±2.2

9.3±3.0

9.8±3.3

15.1±6.8

8.2±2.0

15.8±5.1

103±4.0

18.1±11.7

Hpr

8.9±2.0

15.0±5.1

12.4±2.5

16.8±3.9

18.1±3.2

44.1±15.8

9.8±2.7

31.8±13.8

16.6±6.0

30.6±13.7

Ee

98.4±5.0

98.3±5.8

99.3±4.8

101.6±5.6

96.7±4.8

80.4±21.3

97.6±5.6

95.6±8.0

100.1±5.8

106.9±25.1

Ef

106.6±11.3

96.1±6.7

105.3±6.8

100.3±5.1

94.8±5.9

94.4±26.2

109.2±7.2

107.7±12.9

98.2±8.5

72.9±23.4

Source: Prepared by the authors.

 

The postures (body angles) were evaluated for the same time intervals, ranging from 120 to 130 seconds for SAE 1055 (see Table 2) and from 180 to 185 seconds for ASTM A36 (see Table 3). The time intervals during changes of body position (Tcbp) were also measured and the results are shown in the following table:

 

Table 4. Time intervals during changes of body position.

Operator

Tcbp (s)

1

40

2

26

3

48

4

26

5

25

6

20

7

38

8

19

9

30

10

16

Mean

28.8

Source: Prepared by the authors.

 

The assessment of postural load and musculoskeletal risk was developed using REBA (Rapid Entire Body Assessment) (Diego, 2015), RULA (Rapid Upper Limb Assessment) (Diego et al., 2015) and OCRA Checklist (Occupational Repetitive Action) (Malchaire et al., 2011); REBA, RULA and OCRA Checklist in Excel were used, where data were collected on the different positions adopted by the students in a drilling exercise for ASTM A36 steel and SAE 1055 steel, 12 and 22 mm thick plates, respectively. Critical tasks and position changes were considered, with a time interval ranging from 120 to 130 seconds for SAE 1055 and between 180 and 185 seconds for ASTM A36, time in which the operator manifested discomfort or change of position. The test results are presented in the following tables:

 

Table 5. OCRA Checklist risk-method.

Operator

Right

Range

Left

Range

1

13.50

Not acceptable (low)

2.25

Acceptable

2

36.40

Not acceptable (high)

1.30

Acceptable

3

13.50

Not acceptable (low)

2.25

Acceptable

4

36.40

Not acceptable (high)

1.30

Acceptable

5

36.40

Not acceptable (high)

1.30

Acceptable

6

70.13

Not acceptable (very high)

2.25

Acceptable

7

13.50

Not acceptable (low)

2.25

Acceptable

8

70.13

Not acceptable (very high)

2.25

Acceptable

9

36.40

Not acceptable (high)

1.30

Acceptable

10

70.13

Not acceptable (very high)

2.25

Acceptable

Source: Prepared by the authors.

 

Table 6. RULA risk-method.

Operator

Final score (1-7)

Risk level (1-4)

1

5

3

2

6

3

3

5

3

4

6

3

5

6

3

6

7

4

7

5

3

8

7

4

9

6

3

10

7

4

Source: Prepared by the authors.

 

Table 7. REBA risk-method.

Operator

Final score (1-15)

Action level (0-4)

Risk level

1

3

1

Low

2

8

3

High

3

3

1

Low

4

8

3

High

5

8

3

High

6

14

4

Very high

7

3

1

Low

8

14

4

Very high

9

8

3

High

10

14

4

Very high

Source: Prepared by the authors.

 

Table 8 shows a summary of all the variables analyzed per operator:

 

Table 8. Variables summary.

Operator

Age

Experience

Laterality

OCRA

RULA

REBA

1

19

4

44

13.5

5

3

2

21

1

46

36.4

6

8

3

21

3

42

13.5

5

3

4

19

2

46

36.4

6

8

5

20

4

46

36.4

6

8

6

21

1

48

70.13

7

14

7

21

1

43

13.5

5

3

8

18

1

48

70.13

7

14

9

20

1

45

36.4

6

8

10

18

1

49

70.13

7

14

Source: Prepared by the authors.

 

RESULTS

 

The correlation analysis between the variables determined their direct relationship: laterality-OCRA (r=0.953, sig<0.05), laterality-RULA (r=0.962, sig <0.05), laterality-REBA (r=0.959, sig< 0.05). All these variables with a two-tailed significance value less than 0.05, which indicates a very strong correlation between variables. The other variables presented an inverse correlation: age-OCRA (r=-0.456, sig>0.05), experience-OCRA (r=-0.533, sig>0.05), age-RULA (r = -0.443, sig> 0.05), experience-RULA (r = -0.529, sig> 0.05), age-REBA (r=-0.450, sig>0.05), experience-REBA (r=-0.532, sig>0.05), with a two-tailed significance value greater than 0.05, which indicates a not so strong relationship between variables.

 

Table 9. Ergonomic risk-experience correlation.

Experience

OCRA

RULA

REBA

Experience

Pearson’s correlation

1

-0.533

-0.529

-0.532

Sig. (2-tailed)

0.113

0.116

0.114

OCRA

Pearson’s correlation

-0.533

1

0.993

0.998

Sig. (2-tailed)

0.113

0.000

0.000

RULA

Pearson’s correlation

-0.529

0.993

1

0.998

Sig. (2-tailed)

0.116

0.000

0.000

REBA

Pearson’s correlation

-0.532

0.998

0.998

1

Sig. (2-tailed)

0.114

0.000

0.000

Source: Prepared by the authors.

 

Table 10. Ergonomic risk-age correlation.

Age

OCRA

RULA

REBA

Age

Pearson’s correlation

1

-0.456

-0.443

-0.450

Sig. (2-tailed)

0.185

0.200

0.192

OCRA

Pearson’s correlation

-0.456

1

0.993

0.998

Sig. (2-tailed)

0.185

0.000

0.000

RULA

Pearson’s correlation

-0.443

0.993

1

0.998

Sig. (2-tailed)

0.200

0.000

0.000

REBA

Pearson’s correlation

-0.450

0.998

0.998

1

Sig. (2-tailed)

0.192

0.000

0.000

Source: Prepared by the authors.

 

Table 11. Ergonomic risk-laterality correlation.

Laterality

OCRA

RULA

REBA

Laterality

Pearson’s correlation

1

0.953

0.962

0.959

Sig. (2-tailed)

0.000

0.000

0.000

OCRA

Pearson’s correlation

0.953

1

0.993

0.998

Sig. (2-tailed)

0.000

0.000

0.000

RULA

Pearson’s correlation

0.962

0.993

1

0.998

Sig. (2-tailed)

0.000

0.000

0.000

REBA

Pearson’s correlation

0.959

0.998

0.998

1

Sig. (2-tailed)

0.000

0.000

0.000

Source: Prepared by the authors.

 

DISCUSSION

 

This research explains that when a left-handed person operates a drill press, he adopts incorrect postures and this represents a risk of MSI, primarily in their upper limbs; lower limbs did not adopt unusual positions during the study, so they did not affect the experiment.

 

In addition, the individuals analyzed expressed their discomfort after working with the drill, arguing that “it is difficult because we have to operate the controls with our weaker hand”.

Every industry, whether large or small, even a study center with machine tools, produces tasks with repetitive movements and work overloads. Globally, it is considered that between 30% and 50% of workers are exposed to risks that produce MSI, which impacts on productivity and, therefore, on industry economics (Rodríguez & Heredia, 2013; Sánchez et al., 2017).

 

Tasks with repetitive motions are common in metalworking companies, as well as in most modern industries and workplaces; this can lead to MSI, which is an important cause of illness and injuries.

 

Physical requirements frequently exceed the worker’s capabilities and therefore fatigue arises; it can be mental and physical, with cases of pain and discomfort. If appropriate corrective measures are not taken, the quality of the work performed may decrease, going as far as not being able to perform the assigned task (Seguel & Valenzuela, 2014).

 

CONCLUSIONS

 

The results of the REBA, RULA and OCRA Checklist methods established that, of the population studied (left-handed operators), 30% has a “low” risk, 40% has a “high” risk and 30% has a “very high” risk of suffering MSI in upper limbs due to the different maneuvers when using drill press.

 

Age and experience operating the drill press are variables that statistically have an inverse relationship with respect to the risk of suffering MSI; that is, the higher the age and experience, the lower the risk of suffering these injuries. This result is clearly visible in reality, since the most experienced operators create work habits that gradually decrease the risk of injury.

There is a close relationship between the degree of laterality and the adoption of inappropriate positions when working with the drill press. The more “left-handed” a person is, the more the person tends to acquire positions that in the long run could cause MSI in their upper limbs.

 

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[1] Ingeniero mecánico por la Escuela Politécnica Nacional (Quito, Ecuador); magíster en Educación, con mención en Educación Superior, por la Universidad Tecnológica Americana (Quito, Ecuador); y magíster en Gestión de Energías por la Universidad Técnica de Cotopaxi (Latacunga, Ecuador). Actualmente, es docente e investigador de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Politécnica Salesiana (Quito (Ecuador) y miembro del grupo de investigación Bioingeniería y Biomecatrónica (ByB).

E-mail: fobando@ups.edu.ec

[2] Ingeniero mecánico por la Escuela Politécnica del Ejército (Latacunga, Ecuador) y magíster en Gestión de Energías por la Universidad Técnica de Cotopaxi (Latacunga, Ecuador). Actualmente, es docente e investigador de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Politécnica Salesiana (Quito, Ecuador).

E-mail: cmaldonado@ups.edu.ec

[3] Mechanical Engineer from the Escuela Politécnica Nacional (Quito, Ecuador); Master in Education, with a major in Higher Education from the Universidad Tecnológica Americana (Quito, Ecuador); and Master in Energy Management from the Universidad Técnica de Cotopaxi (Latacunga, Ecuador). Currently working as Professor and researcher of Mechatronics Engineering at the Universidad Politécnica Salesiana (Quito, Ecuador) and a member of the Bioingeniería y Biomecatrónica (ByB) research group.

E-mail: fobando@ups.edu.ec

[4] Mechanical Engineer from the Escuela Politécnica del Ejército (Latacunga, Ecuador) and Master in Energy Management from the Universidad Técnica de Cotopaxi (Latacunga, Ecuador). Currently working as Professor and researcher of Mechatronics Engineering at Universidad Politécnica Salesiana (Quito, Ecuador).

E-mail: cmaldonado@ups.edu.ec