Revista Industrial Data
22(2): 117-138 (2019)
DOI: http://dx.doi.org/10.15381/idata.v22i2.17393
ISSN: 1560-9146 (Impreso) / ISSN: 1810-9993
Recibido:
18/02/2019
Aceptado:
07/06/2019
GESTIÓN DE LOS BOSQUES TROPICALES ESTACIONALMENTE
SECOS DE LA PROVINCIA DE SANTA ELENA, ECUADOR: UNA PERSPECTIVA DESDE LA
CONSERVACIÓN
Evelyng Astudillo-Sánchez[1]
Jame Pérez Flor[2]
Gilmer Medina[3]
Ana Medina[4]
RESUMEN
Los bosques tropicales estacionalmente secos son
reconocidos por su importancia biológica y económica al poseer un alto número
de especies endémicas y proveer diversos servicios ecosistémicos. No obstante,
la carencia de una planificación para la conservación de la biodiversidad
amenaza la gestión ambiental integral en las áreas protegidas de la provincia
de Santa Elena, Ecuador. Por ello, se realizó un diagnóstico en el que se
identificaron los objetos de conservación para fortalecer la capacidad de manejo
ambiental local. Asimismo, se emplearon las metodologías de Planificación para
la Conservación de Áreas (PCA) y Fortalezas,
Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) para conocer las prioridades de conservación y
las limitaciones en el manejo de los recursos. En el diagnóstico se
evidenciaron falencias técnico-administrativas, debido a ello se buscó un
enfoque eficiente en la gestión ambiental. Además, se destacaron el bosque de
garúa como objeto natural y el cabildo como objeto cultural para conservar. La
gobernanza ambiental participativa debe ser fortalecida para mejorar la gestión
de las áreas protegidas.
Palabras clave: áreas protegidas, bosques tropicales
estacionalmente secos, gestión ambiental local, Santa Elena (Ecuador).
INTRODUCCIÓN
Una herramienta legal
para la conservación de la naturaleza ha sido la creación de áreas protegidas.
A nivel mundial, el establecimiento y manejo de las áreas protegidas es la
estrategia más empleada para la conservación de ecosistemas y su biodiversidad
(Chávez et al., 2014). Sin embargo, esta
estrategia global necesita acompañarse de una planificación e integrarla a una
matriz de territorio con aspectos socioeconómicos y políticos que requieren de
trabajos pluridisciplinarios (Gurrutxaga y Lozano, 2009). Las áreas protegidas
no están exentas de problemas de conservación debido a la existencia de
presencia humana, ya sea dentro o en la periferia del territorio. La
deforestación como problema es un reto en la gestión de las áreas protegidas y
es una de las principales fuentes de emisión de CO2 que contribuye
al cambio climático (CC), además de ser la segunda principal amenaza que
enfrenta la biodiversidad.
El efecto de la
deforestación provoca que un ecosistema se fragmente en parches, y que estos no
alberguen gran diversidad de especies debido al efecto de borde, afectando las
redes de interacción tróficas (EUROPARC-España, 2009). La Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación (2016) registró para la región
tropical, en el periodo 2000-2010, una pérdida de cobertura forestal de siete
millones de hectáreas y un incremento anual neto de superficie agrícola de seis
millones de hectáreas.
En Ecuador, el Sistema
Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) se estableció en 1959 con la creación del
Parque Nacional Galápagos; luego, en 1996, se constituyó el Ministerio del
Ambiente como autoridad ambiental y único administrador del SNAP (Columba,
2013). En 2008, la política ambiental en el país evolucionó hacia un enfoque
biocéntrico con la nueva constitución y el sumak
kawsay, filosofía indígena de cosmovisión, en la cual se reconoce la
plurinacionalidad e interculturalidad del Estado, se otorgan derechos al medio
ambiente y se concede autonomía territorial (Altmann, 2013). Así se involucró a
la sociedad en la gestión de las áreas protegidas y se estructuró al SNAP en
cuatro subsistemas: 1) estatal- Patrimonio de Áreas
Naturales del Estado (PANE), 2) autónomo descentralizado-Gobiernos Autónomos
Descentralizados (GAD), 3) comunitario-indígenas y afroecuatorianos y 4)
privado (Columba, 2013).
La provincia de Santa
Elena protege el 28% de su extensión terrestre, mientras que el 4% forma parte
del subsistema comunitario (Ministerio del
Ambiente del Ecuador, 2017). A pesar de
esto, ha sido la provincia, junto con Guayas, la más afectada por la
deforestación durante el periodo 2000-2008 (Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2012a). La deforestación se ha venido reportando desde
la década de 1990 por autores como Dodson y Gentry, Parker y Carr, Bonifaz y
Cornejo, Astudillo, Pérez y Fabara, entre otros, quienes confirman que el área
ha sido perturbada por la extracción selectiva, mientras que en algunos sitios
el bosque ha sido convertido en zonas de pasto para el ganado.
Los ecosistemas
presentes en la provincia de Santa Elena (PSE) forman parte de los bosques tropicales
estacionalmente secos (BTES) del Pacífico ecuatorial, los cuales conforman una región florística que posee una
alta diversidad y endemismos; no obstante, es considerado uno de los
ecosistemas tropicales más amenazados debido al nivel de alteración y
fragmentación (Best y Kessler, 1995).
El aporte económico de
los bosques secos es conocido, pero no cuantificado, ya que carecen de
investigación, particularmente en la PSE, y sus pocas contribuciones
realizadas en Ecuador se han enfocado concretamente en el sur. Además, los bosques secos han sido subestimados, según Aguirre y
Erazo (2017), quienes resaltan la importancia de estudios en valoración
ecológica y económica de estos bosques, pues brindan una diversidad de
servicios ecosistémicos. Un ejemplo de esto es el estudio en la comuna Loma Alta
realizado por Becker (1999), investigación que se centra en la hipótesis de que
los comuneros parecen no apreciar los valores indirectos del bosque de tierras
altas, el cual les proporciona el suministro de agua con el que
subsisten y el riego en la agricultura.
La interdependencia
entre el bienestar humano y la provisión de servicios ecosistémicos de los
bosques está en aumento; por ello, es necesario garantizar, a largo plazo, el
funcionamiento de estos, donde las áreas protegidas jueguen un rol esencial en
la conservación de los recursos naturales y culturales. La planificación y el
manejo eficiente de estos recursos son un reto para los administradores de las
áreas protegidas, quienes operan una serie de elementos de carácter legal,
administrativo, social, financiero, entre otros (Cifuentes et al., 2000).
Es imprescindible
contar con una estrategia de planificación para la conservación de los BTES del
Pacífico ecuatorial ubicados en la Cordillera Chongón-Colonche (CCHC) y conocer
los valores naturales y culturales con el fin de conservarlos como primer paso.
Por ello, el objetivo de esta
investigación es identificar los objetos de conservación presentes en dos áreas
protegidas ubicadas en la provincia de Santa Elena para la elaboración de una estrategia de desarrollo local
y fortalecer la capacidad de manejo ambiental.
METODOLOGÍA
Área de estudio
Aspectos geopolíticos. La PSE posee una extensión de 3762,8 km2
y está dividida geopolíticamente por tres cantones: Santa Elena (3668,9 km2),
Salinas (68,7 km2) y La Libertad (25,3 km2) (ver figura
1), donde Santa Elena es el cantón con mayor actividad agropecuaria, destinando
el 14% de su superficie para cultivos y 6% para pastizal. Este cantón es el que
posee, también, mayores recursos forestales, ya que al año 2008 indicaba una
superficie de 31% como bosque nativo y 42% como vegetación arbustiva, mostrando
un uso del suelo notable para la conservación (Gobierno Autónomo
Descentralizado Municipal Santa Elena, 2014). En el cantón Santa Elena se eligieron dos localidades con áreas protegidas: la
comuna Loma Alta (01º 52’S, 80º 38’O) (ver figura 1), la cual posee un bosque
protector con 3218,19 ha, que es conocido como Reserva Ecológica Comunal Loma
Alta; y, la comuna Dos Mangas (02º 07’S, 80º 18’O) (ver figura 1), que forma parte del bosque protector Chongón-Colonche y
posee una superficie de 83 731 ha (Acción
en el Biocorredor, 2012).
Figura 1. Ubicación geográfica de las comunas Loma
Alta y Dos Mangas, PSE.
Fuente: elaboración propia.
Aspectos biogeográficos. La Cordillera Chongón-Colonche atraviesa la
PSE en su extremo noreste (ver figura 1); además, presenta un clima variable influenciado por las corrientes marinas y el gradiente
altitudinal. La corriente fría de Humboldt
provoca un efecto de neblina y llovizna conocida como garúa de
junio a noviembre, la cual aporta el 40% de agua que el bosque, a partir de 400
m s. n. m., intercepta (Becker, 1999). La PSE presenta dos
estaciones marcadas: una lluviosa, que va de diciembre a abril, y otra seca,
que va de junio a octubre, la cual coincide
con los meses de garúa. En el cantón Santa Elena, la temperatura promedio interanual es de 23,4 ºC
y su precipitación promedio interanual es de 66 mm/año, la misma que presenta
una variabilidad hasta de 200 mm/mes en la estación lluviosa y cercana a cero
en la estación seca (Gobierno Autónomo
Descentralizado Municipal Santa Elena, 2014).
En la Cordillera Chongón-Colonche convergen dos
regiones biogeográficas: Chocó y Tumbes. Actualmente, fusionadas y reconocidas
formalmente como la ecorregión terrestre del Chocó-Darien-Ecuador occidental,
que se extiende desde la «parte sureste de Panamá, a lo largo de las partes
occidentales de Colombia y Ecuador, hasta el noroeste del Perú» (Critical Ecosystem Partnership Fund, 2005, p. 6). A esta ecorregión terrestre se
la conoce como el hotspot Tumbes-Chocó-Magdalena,
el cual está caracterizado por una diversidad de ecosistemas, desde bosques
húmedos premontanos hasta matorrales espinosos secos.
En términos florísticos, la Cordillera Chongón-Colonche
(CCHC) forma parte del sector cordillera costera del Pacífico ecuatorial
(CCPE), la misma que comprende las partes altas y piedemontes de la
Chongón-Colonche con un bioclima de semiárido a subhúmedo, donde la vegetación
es característica de ecosistemas húmedo a partir de 400 m s. n. m. y secos en
las partes bajas (Ministerio del
Ambiente del Ecuador, 2012b). En la
cordillera costera del Pacífico ecuatorial, se identificaron cuatro
ecosistemas: 1) bosque deciduo de la CCPE, asentado en el piedemonte de los
flancos y colinas bajas de la CCHC, en un piso bioclimático de >200 m s. n.
m., con un clima xérico-seco y estrato arbóreo entre 15 y 20 m de altura con
especies caducas; 2) bosque semideciduo de la CCPE, encontrado en las crestas y
laderas, en un piso bioclimático >200 m s. n. m., con clima
pluviestacional-subhúmedo y estrato arbóreo entre 12 y 25 m de altura con el
25% de especies caducifolias; 3) bosque siempreverde estacional piemontano de
la CCPE, ubicado en un piso bioclimático de 200-400 m s. n. m., con clima
pluviestacional-húmedo y estrato arbóreo promedio de 20 m con árboles
emergentes hasta 30 m de altura; 4) bosque siempreverde estacional montano bajo
de la CCPE, localizado en un piso bioclimático de 400-860 m s. n. m., con clima
pluviestacional-húmedo y bosque multiestratificado de árboles con hasta 25 m de
altura (Ministerio del
Ambiente del Ecuador, 2012b).
Aspectos socioeconómicos. Los habitantes poseen
una identidad cultural propia de los pueblos precolombinos, tales como Valdivia
(4200-1500 a. C.), Manteño-Guancavilca y Milagro-Quevedo (periodo de
integración 800 d. C.-1535), los cuales marcaron étnicamente la dinámica
sociocultural establecida por jefaturas complejas (López y Peralta, 2016).
Según la Ley de Comunas promulgada en 1936: «los descendientes
de
estos pueblos precolombinos han
conservado cierta
estructura social y económica, congregándose en comunidades
indígenas y campesinas [...], la cual garantiza el
ejercicio de los derechos colectivos indígenas
o afroecuatorianos que se autodefinen con nacionalidades
de raíces ancestrales» (Astudillo, 2010, p. 22).
METODOLOGÍA
La metodología de planificación elegida fue el
modelo de diseño para la conservación creado por The Nature Conservancy (TNC),
que posee cuatro componentes: 1) planificación de la conservación ecorregional,
donde se seleccionan áreas conocidas como portafolios de conservación; 2)
planificación para la conservación de sitios o desarrollo de estrategias, ya
sea en sitios individuales o en una red de áreas protegidas; 3) acción de
conservación o toma de decisiones, donde se define el tipo de apoyo; y, 4) medición
del éxito, donde se evalúan las acciones (Granizo et al., 2006).
Acorde al objetivo planteado, esta investigación se
enfoca en el segundo componente del modelo diseño para la conservación; aunque
se debe destacar que parte de los resultados del primer componente se exponen
aquí al seleccionar nuestra área de estudio, pues forman parte del portafolio
de conservación para la PSE.
Para el desarrollo de estrategias, se requirió
conocer las prioridades de conservación dentro de cada localidad; y, por ello, se
empleó como herramienta la metodología de Planificación para la Conservación de
Áreas (PCA), que incluye una fase de diagnóstico del área, cuyo primer paso es
la selección de los objetos de conservación (Granizo et al., 2006). El diagnóstico, además, se complementó con la técnica de análisis FODA para determinar las
potencialidades y limitaciones en el manejo, gestión y uso público de los
recursos naturales y culturales de las comunas y sus áreas protegidas. El
análisis FODA es una herramienta de planificación estratégica que evalúa los
factores fuertes y débiles al interior de una organización o proyecto, así como
las oportunidades y amenazas de su ambiente exterior y se presenta en una
matriz base (Ponce, 2006).
El análisis FODA y la selección de los objetos de
conservación se efectuaron mediante cuatro talleres participativos durante los
años 2015, 2016 y 2017, con un aproximado de veinte participantes por cada
taller, también se involucró a expertos locales, actores sociales y
representantes de organizaciones ambientales gubernamentales y no
gubernamentales.
Los objetos de conservación son elementos o
características únicas encontradas a diferentes niveles de organización
biológica y escalas geográficas que permiten identificar los sitios de conservación
para una ecorregión o las amenazas y desarrollar estrategias para un área
(Groves et al., 2000). Debido al
objetivo del proyecto y la logística en las áreas, se decidió realizar el
primer taller con un grupo multi y transdisciplinario de expertos en el área de
la ingeniería (ingenieros ambientales, forestales, civiles, mecánicos,
turísticos) y biólogos, quienes ayudaron con el objetivo inicial de diseñar el
portafolio de conservación para la PSE. Los siguientes talleres fueron in situ con las comunidades y, mediante la técnica lluvia de ideas, se enlistaron
objetos de conservación naturales (OCN) y
objetos de conservación culturales (OCC).
Acorde a las categorías y a los requisitos descritos
por Granizo et al. (2006), se
escogieron un total de ocho elementos en cada
localidad, cuatro para cada tipo de objeto, y se empleó la técnica de filtro grueso-filtro fino para ayudarnos
con la definición de los objetos. Esta técnica consiste en una pirámide
invertida, donde se especifican cuatro escalas espaciales (regional, gruesa,
intermedia y local) y se describen tres niveles de organización biológica
(especies, comunidades y ecosistemas) (Groves et al.,
2000). Lo que se presume con la utilización del filtro grueso-filtro fino, de acuerdo con
Granizo et al. (2006), es que mediante el filtro grueso se protejan las comunidades y
ecosistemas estratégicos que garanticen la funcionalidad y viabilidad de estos;
mientras que, en el filtro fino, se conservarían aquellas especies que se
encuentran en su interior o se escapan a la protección.
RESULTADOS
El análisis FODA se organizó en áreas temáticas: el
desarrollo económico local, desarrollo social y capital humano, desarrollo
institucional y participación ciudadana, así como el ordenamiento territorial y
desarrollo de infraestructuras. Véase la siguiente tabla:
Tabla 1. Matriz FODA de las comunas Loma Alta y Dos
Mangas y sus áreas protegidas.
Fortalezas |
Oportunidades |
Debilidades |
Amenazas |
Presencia de recursos
naturales y culturales en las comunas |
Potencial para la investigación
científica en diversas áreas |
Sobrecarga de
funciones del cabildo |
Desaprovechamiento
de las oportunidades |
Provisión de servicios
ecosistémicos por parte de las áreas protegidas |
Potencial para
implementar diversos mecanismos financieros innovadores para la conservación
de la biodiversidad como Pagos por Servicios Ambientales (PSA) |
Falta de experiencia,
motivación y formación por parte de la comunidad para iniciar emprendimientos
y desarrollo de actividades en el sector económico, turístico y ambiental |
Crisis económica
actual que afronta el país para sustentar programas establecidos |
Altos niveles de
biodiversidad y endemismo |
Apoyo del Ministerio
del Ambiente (MAE) para que el área protegida se anexe al PANE |
Carencia de
asesoramiento técnico continuo en temas de planificación, gestión y
desarrollo comunitario |
Incremento de
problemas ambientales como el cambio climático, pérdida de cobertura vegetal
natural, degradación de la cuenca hidrográfica, fragmentación de hábitat y
contaminación de los recursos naturales |
Presentan una
declaratoria legal del área protegida como bosque protector |
Potencial para crear
una marca ambiental con productos derivados de la biodiversidad |
Falta mayor
autogestión por parte de la comunidad |
|
Pertenecen al programa
Socio Bosque y reciben un incentivo económico anual para la gestión de
recursos |
Apoyo del GAD
municipal y provincial de Santa Elena |
Recursos financieros
muy limitados para programas de conservación, pese a recibir un incentivo
económico de Socio Bosque dedicado a este objetivo |
Dependencia económica
casi exclusiva hacia el programa de Socio Bosque para administrar los
recursos naturales |
Declaratoria como Área
de Importancia para la Conservación de Aves (AICAS) en ambas comunas |
Potencial de iniciativas
de turismo comunitario sustentable en diversas modalidades |
Limitado conocimiento
del idioma inglés para atender la demanda de turismo internacional |
Insuficiente
reconocimiento, valoración y promoción nacional del área protegida |
Interés por parte del
cabildo, guardabosques y otros actores claves en mejorar la planificación y
manejo de sus recursos naturales y culturales |
Cuenta con el apoyo de
las ONG ambientalistas nacionales e internacionales |
Carencia de una
estructura administrativa y dirección estratégica que administre el área
protegida |
Limitada cultura
organizativa y liderazgo para iniciar emprendimientos económicos y sociales |
Creciente interés del
turismo ecológico en áreas protegidas boscosa en la PSE |
Creciente
reconocimiento del área protegida a nivel internacional gracias a los
esfuerzos de investigación y divulgación de los recursos |
Loma Alta no posee un
grupo de interpretadores ambientales comunitarios para continuar con
actividades turísticas guiadas |
Ubicación geográfica
de la comuna Loma Alta y difícil acceso al área protegida |
Predisposición de los
jóvenes comuneros para capacitarse y desarrollar actividades de turismo
sostenible |
Posibilidad de
establecer alianzas estratégicas con universidades |
Competencia en la
oferta de productos turísticos en la PSE |
|
Alto nivel de
seguridad ciudadana |
Existen eventos
ambientales (p. e., conteo navideño) y culturales (p. e., sabores y saberes)
establecidos |
Escaso nivel de
educación superior y carencia de conocimientos por parte de los líderes
comunitarios para el manejo del área protegida |
Restricciones para el
acceso vial y de telecomunicaciones entre el poblado y el área protegida |
Existencia de una
legislación ambiental estable |
Promoción turística
por parte de la campaña All you need is
Ecuador, del Ministerio de Turismo |
Incremento de
problemas sociales por falta de trabajo, carencia de servicios médicos, de
planificación familiar y educación (secundaria y superior) |
|
Disponibilidad de
superficie para la creación de nueva infraestructura |
Elaboración actual de
un plan de manejo participativo para Loma Alta |
Falta de solidaridad
entre los comuneros |
Presencia de
conflictos de intereses de ciertos actores sociales |
Fuente: elaboración propia.
Basado en el diagnóstico y en el análisis
FODA, a continuación se presenta información relevante para el desarrollo de
una estrategia local y se proponen varias acciones necesarias para conservar
los recursos, asegurar la integridad ecológica y fortalecer la capacidad de
gestión ambiental local.
En el ámbito técnico, la elaboración de un
plan de manejo para cada área protegida es imperativo, ya que contendrá una
propuesta de zonificación, donde los diferentes beneficiarios alcancen la
compatibilidad de sus intereses en zonas funcionales especiales para su
actividad productiva, así como áreas de conservación. Se sugiere que se
actualice la normativa de aprovechamiento de los recursos naturales y se
especifique los mecanismos que aseguren su cumplimiento.
En el ámbito administrativo, la creación de
una unidad administrativa con personal calificado estimulará la participación e
incentivará la economía a nivel local. La unidad debe contar con director,
técnicos, asistentes y guardabosques, inicialmente hasta que se consolide y se
extienda acorde a sus necesidades.
En el ámbito socio-educativo, la participación
social y educación ambiental con criterios de diversidad, inclusión y equidad
que empodere a los actores y sectores para una adecuada planificación y gestión
de los recursos es trascendental. El desarrollo de la investigación científica
multi y transdisciplinaria mediante proyectos y programas de monitoreos a largo
plazo son primordiales para apoyar la toma de decisiones.
En el ámbito socio-político, la gobernanza
presenta un modelo de cogestión entre la administración pública representada
por el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE) a través de sus respectivas
direcciones, los gobiernos autónomos descentralizados (por ejemplo, gobernación
y municipalidad), y la administración local constituida por el cabildo en cada
comunidad. Sin embargo, carece de una planificación integral del territorio que
envuelva el concepto de sostenibilidad con interacciones sociales horizontales,
sistematizadas y multiniveles. Por lo tanto, se necesita una reingeniería en
los procesos de gestión ambiental participativa que se unifique en una política
local, nacional y regional.
En el ámbito económico, la diversificación de
mecanismos financieros es urgente para que se integre al proceso de cambio en
la matriz productiva enfocada en la agricultura. Los mecanismos financieros
innovadores basados en los servicios ambientales propuestos se relacionan al
pago por el uso o impacto en servicios ambientales y culturales, así como
manejo de la biodiversidad y los recursos no maderables.
Por otra parte, también en los talleres se
identificaron un total de ocho objetos de conservación, cuatro naturales y
cuatro culturales, coincidiendo estos en ambas comunidades y con la lista
preliminar de los expertos. Los objetos de conservación naturales (OCN)
referidos fueron: 1) bosque de garúa; 2) sistemas hidrológicos; 3)
especies cinegéticas que asocian a este grupo al venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), saíno (Tayassu tajaco), guanta (Agouti paca), guatusa (Dasyprocta punctata), puesto que existe
una tradición de uso consuntivo local de estas especies; y, 4) avifauna, dentro
de esta categoría se incluyó al colibrí estrellita esmeraldeño (Chaetocercus berlepschi) y al tucán Dios
te dé (Ramphastos ambiguus).
Debido al nivel de escolaridad de la mayoría de los
participantes, la estrategia de filtro
grueso-filtro fino se adaptó combinando niveles biológicos de biodiversidad
(ecosistemas, comunidades y especies) y nivel de
conservación (filtro grueso-filtro fino) para la explicación de conceptos y
difusión de los resultados en la comunidad (ver figura 2). Asimismo, se realizó
un ejemplo con el OCN más valorado por la comunidad a nivel de filtro grueso
considerando la escala geográfica (ver figura 3).
Figura 2. Objetos de conservación natural (OCN)
adaptados de la técnica filtro grueso-filtro fino.
Fuente: elaboración propia.
Figura 3. Objeto de conservación terrestre de filtro
grueso.
Fuente: elaboración propia.
En referencia a los
cuatro objetos de conservación culturales, los escogidos fueron: 1)
gastronomía, los pobladores describieron platos típicos como el seco de guanta,
seco de venado y el ceviche de chumumo como los más populares en las
comunidades; 2) fiestas patronales, siendo la fundación de la comuna, Virgen de
las Mercedes y día de los difuntos como las más celebradas; y, 3) restos
arqueológicos (huacas). El cuarto objeto siempre fue fluctuante entre la
edificación (e.g. casa comunal), la memoria colectiva (e.g. historia de la
comuna), la institución social (e.g. comuna) y el conocimiento y prácticas
locales (e.g. elaboración de artesanías en tagua y paja toquilla) (figura 4); de
estos, el último es casi inexistente dentro de la comunidad de Loma Alta.
Figura 4. Objetos de conservación culturales.
Fuente: elaboración propia.
DISCUSIÓN
La metodología de
diseño para la conservación ha sido utilizada
por entidades académicas, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales
en los EE. UU. y América Latina, como parte de la planificación ecorregional.
Esta metodología ha sido idónea para este tipo de investigación; y el área,
como lo indican Chávez et al. (2014), es cuantitativa,
pues emplea criterios ecológicos, biofísicos, sociales, económicos y políticos
aplicados a grandes espacios geográficos y todo tipo de ecosistemas, por lo que
además se considera que es sistemática, eficiente, repetible y participativa.
Asimismo, se debe
recalcar que los resultados del FODA y
las acciones propuestas son insumos para el desarrollo de una
estrategia local que fortalezca la gestión territorial integral y que han sido
obtenidos desde un conocimiento transdisciplinario, el cual refleja la dinámica
en la gestión de recursos y sus organizaciones. Así, los resultados de la
Planificación para la Conservación de Áreas (PCA) enfocados en los objetos de
conservación naturales, provenientes de los comuneros, guardan relación con la
lista preelaborada que se obtuvo con los expertos, pues ambas coinciden en que
se debe conservar el bosque húmedo, a partir de los 400 m conocido como el
bosque de garúa. La conservación de estos bosques es imperativa debido a que
aportan con diversidad taxonómica y servicios ambientales para la sobrevivencia
humana local en un área destacada por el clima seco y la vegetación xerofítica.
Por ello,
la conservación de estos bosques en la PSE debe ser una prioridad en la agenda
nacional, provincial y local, debido a que en estas dos comunidades se protege
la remanente flora, diversa, representativa y continua.
De esta manera, la conservación de la biodiversidad necesita
información científica actualizada para el diseño de estrategias y políticas
regionales de desarrollo, así como para la elaboración de
planes de conservación y uso sostenible de la biodiversidad (Alvarado et al., 2011). La investigación científica descriptiva, según Zamora (2002), es un
aporte básico y fundamental para gestionar la naturaleza; y, para hacerlo de
una manera eficiente, se debe analizar también los procesos ecológicos y sus
mecanismos con el fin de tomar mejores decisiones. Por lo tanto, los
resultados de esta investigación permiten optimizar la gestión ambiental al
conocer los valores a conservar presentes en los bosques protectores de la PSE,
ya que las comunas carecen de la actualización de información biológica y de
herramientas de planificación para una gestión eficiente.
La gestión sostenible,
de acuerdo con Millennium Ecosystem Assessment (2005), necesita de un cambio
sustancial en las instituciones y en la gobernanza, así como en las políticas
para reducir la severidad de los problemas que enfrentan los ecosistemas. La
democratización de la temática ambiental, a partir de la nueva Constitución de
la República del Ecuador, ha sido un cambio de paradigma en la conservación y
gestión de la biodiversidad, la cual ha promovido una gestión ambiental
eficiente y una gobernanza participativa.
En la PSE, la
gobernanza participativa es un constituyente primordial en el manejo de los
recursos debido a la identidad cultural indígena-campesina y la cosmovisión
biocentrista y holística de las comunidades rurales. De allí que Loma Alta
liderara los procesos de conservación en la CCHC, que según Astudillo et al. (2015) se inició en 1987,
protegiendo una superficie de 1858,25 ha de su bosque. Asimismo, la
conservación mediante uso ha tenido experiencias exitosas en comunidades
indígenas; un ejemplo de ello también aconteció en Loma Alta, donde Becker et al. (2005) demostraron el potencial
de la participación social en los procesos de gobernanza, los cuales a través
de la investigación científica a largo plazo lograron conservar la
biodiversidad y establecer el anidamiento institucional local y nacional. Otros ejemplos de gobernanza participativa y
de conservación mediante uso se presentan en la provincia de Napo, en la
Reserva de Biosfera Sumaco (Torres et al.,
2013), y en Honduras y México, en el bosque seco tropical mesoaméricano
(Barrance et al., 2009).
Los resultados de
Becker et al. (2005) coinciden con
las investigaciones de Ostrom (2010) sobre la gobernanza de las comunas
enfocada en el capital social y la acción colectiva en el uso del capital
natural, así como la gobernanza policéntrica mediante el análisis institucional
multinivel. A partir de estas investigaciones previas, se continuó con los
procesos de gobernabilidad participativa y de fortalecimiento del anidamiento
institucional y multinivel en el desarrollo de este proyecto que se refleja en
los resultados, donde se vinculó a la academia (por ejemplo, Universidad de
Especialidades Espirítu Santo), a autoridades locales (por ejemplo, cabildos de
Loma Alta y Dos Mangas, M. I. Municipalidad de Santa Elena) y autoridades
nacionales (por ejemplo, Ministerio del Ambiente y Ministerio de Turismo).
Pese al
avance en la conservación de sus recursos y del incentivo económico anual que
las comunas reciben del programa Socio Bosque, existe la necesidad de integrar
estas áreas protegidas al desarrollo regional y local, donde la perspectiva de
conservación de la biodiversidad se integre a la planificación ecorregional y a
la gestión del territorio. Una estrategia de planificación y conservación que
ha sido impulsada desde las dos últimas décadas del siglo pasado ha sido la
conectividad ecológica territorial, la cual mantiene una conexión funcional
derivada de las habilidades de movimiento de las especies para conservar flujos
ecológicos a escala de paisaje (EUROPARC-España, 2009).
Un enfoque
de la conectividad ecológica son los corredores de conservación como
estrategias de planificación. Los corredores de conservación son instrumentos
de manejo que acoplan las necesidades de desarrollo humano con las prioridades
de conservación, donde su función es permitir la conexión entre áreas
protegidas o fragmentos de hábitats para mantener la sostenibilidad de los
procesos ecológicos naturales y aumentar la movilidad e intercambio genético
entre especies (Critical Ecosystem Partnership Fund, 2005). Dentro de la ecorregión terrestre del Chocó-Darien-Ecuador
occidental se creó el Corredor de Conservación Chocó-Manabí, el cual posee una estrategia de conservación y establece alianzas
estratégicas entre Ecuador-Colombia y EE. UU.
A pesar de
esta iniciativa, la PSE y sus áreas protegidas no se incluyeron en el
desarrollo de esta estrategia. Los resultados de Astudillo et al. (2019a, b) acerca del análisis de ordenación espacial de las
formaciones vegetales y similitud florística en varias localidades de la CCHC
resaltan la afinidad vegetal ligado a un gradiente altitudinal y no por área,
lo cual refuerza el concepto de corredor ecológico. Por otra parte, los
resultados de esta investigación destacan el esfuerzo de los actores sociales
locales y nacionales para impulsar proyectos que fortalezcan sus capacidades de
planificación y manejo de sus recursos naturales y culturales. A nivel de
planificación turística, Chóez et al.
(2017) plantearon una propuesta de sendero escénico y de aventura que recorra
las dos comunidades para impulsar la sostenibilidad ambiental y humana; sin
embargo, esta iniciativa no ha prosperado debido a la falta de organización de
ambas comunidades, falencias en el manejo de sus recursos y un déficit en la
planificación estratégica a largo plazo.
CONCLUSIONES
2. El manejo de los recursos naturales y
culturales en Santa Elena enfrenta falencias en el ámbito
técnico-administrativo por la carencia de un plan de manejo y un departamento
administrativo autónomo que dirijan los procesos socioambientales en las áreas
protegidas y fomente el desarrollo sustentable mediante la diversificación de
mecanismos financieros innovadores basados en los servicios ambientales.
3. El reconocimiento del bosque y la
institucionalidad social del cabildo como objetos de conservación natural y
cultural afianzan el concepto de conservación mediante el uso de los recursos
que funciona a nivel comunal para Santa Elena, pero debe de ser compatible con
las condiciones locales de cultura, tenencia de tierra y las necesidades de
desarrollo local.
4. La gobernanza ambiental actual en la PSE debe
reforzar métodos de gestión participativa, inclusivos, informados y justos para
alcanzar una sostenibilidad de las áreas protegidas.
AGRADECIMIENTOS
Al Centro de Investigaciones de la Universidad de
Especialidades Espíritu Santo (UEES) por el financiamiento para la ejecución de
este proyecto (UEES-2014-ART-002) y a los decanos, docentes y estudiantes de
las facultades de Artes Liberales y Ciencias de la Educación (escuelas de
Ciencias Ambientales, Psicología y Educación), Economía (Escuela de Turismo) y
Comunicación (Escuela de Diseño y Comunicación). También, al Ministerio del
Ambiente del Ecuador (MAE), a través de su Dirección provincial de Santa Elena,
por el permiso de investigación correspondiente N.° 017-15 IC-FAU-DPSE-MA y al
M. I. Municipalidad de Santa Elena, Lic. Dionicio Gonzabay, alcalde de Santa
Elena. A las autoridades locales, Abg. Gustavo de la A (presidente de Loma
Alta) y Sr. Ángel Merchán (presidente de Dos Mangas) y los guardaparques que
aportaron en la realización de este proyecto.
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DOI: http://dx.doi.org/10.15381/idata.v22i2.17393
ISSN: 1560-9146 (Impreso) / ISSN: 1810-9993
Received: 18/02/2019
Accepted: 07/06/2019
MANAGEMENT OF THE TROPICAL DRY FORESTS IN SANTA ELENA
PROVINCE: A CONSERVATION APPROACH
Evelyng Astudillo-Sánchez[5]
Jame Pérez Flor[6]
Gilmer
Medina[7]
Ana Medina[8]
ABSTRACT
Seasonally dry tropical forests
are recognized for their
biological and economic importance, as they possess a high number of endemic
species and provide various ecosystem functions. However, the lack of a
biodiversity conservation plan threatens comprehensive environmental management
in the protected areas of Santa Elena Province, Ecuador. For this reason, a
diagnosis was made in which conservation targets were identified to strengthen
local environmental management capacity. Furthermore, Conservation Action
Planning (CAP) and Strengths, Weaknesses, Opportunities and Threats (SWOT)
methodologies were used to understand conservation priorities and resource
management constraints. The analysis revealed technical-administrative flaws,
and because of this an efficient approach to environmental management was
sought. In addition, the garúa forest
was recognized as a natural conservation target and the cabildo (community council) was recognized as a cultural
conservation target. Participatory environmental governance needs to be
strengthened to improve the management of protected areas.
Keywords: protected areas,
seasonally dry tropical forest, local
environmental management, Santa
Elena (Ecuador).
INTRODUCTION
The
creation of protected areas is a legal tool for the conservation of nature. The
establishment and management of protected areas is the most widely used
strategy for the conservation of ecosystems and their biodiversity in the world
(Chávez et al., 2014). However, this global strategy needs to be accompanied by
planning and integrated into a matrix with socio-economic and political aspects that require
multidisciplinary work (Gurrutxaga & Lozano, 2009). Protected areas are not exempt from
conservation problems due to human presence, either within or on the periphery
of the area. Deforestation as a problem is a challenge in the management of
protected areas and is one of the main sources of CO2 emissions
contributing to climate change (CC), in addition to being the second largest
threat that biodiversity faces.
Deforestation
causes an ecosystem to be fragmented into patches that do not harbor a great
diversity of species due to the edge effect, affecting trophic interaction
networks (EUROPARC-España, 2009). The Food and Agriculture Organization of the
United Nations (2016) registered for the tropical region, in the period of
2000-2010, a loss of forest cover of 7 million hectares and a net annual
increase in agricultural area of 6 million hectares.
In
Ecuador, the National System of Protected Areas (SNAP, by its acronym in
Spanish) was established in 1959 with the creation of the Galapagos National
Park; later, in 1996, the Ministry of the Environment was constituted as the
environmental authority and sole administrator of SNAP (Columba, 2013). In
2008, environmental policy in the country evolved towards a biocentric approach
with the new constitution and sumak
kawsay—an indigenous worldview—, which recognizes the plurinationality and
interculturality of the State, grants rights to the environment and confers
territorial autonomy (Altmann, 2013). In this way, society was involved in the
management of protected areas and the SNAP was structured into four subsystems:
1) State Natural Heritage Areas [Patrimonio de Áreas Naturales del Estado,
PANE], 2) Decentralized-Autonomous Governments [Gobiernos Autónomos
Descentralizados, GAD], 3) indigenous and Afro-Ecuadorian community subsystems
and 4) private subsystems (Columba, 2013).
Santa
Elena Province protects 28% of its land area, while 4% is part of the community
subsystem (Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2017). Despite this, it has
been the province, along with Guayas, most affected by deforestation during the
period of 2000-2008 (Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2012a). Deforestation
has been reported since the 1990s by authors such as Dodson and Gentry, Parker
and Carr, Bonifaz and Cornejo, Astudillo, Pérez and Fabara, among others, who
confirm that the area has been disturbed by selective extraction, while in some
places the forest has been converted into grazing areas for livestock.
The
ecosystems in Santa Elena Province (PSE) are part of the seasonally dry
tropical forests (SDTF) of the Equatorial Pacific, which form a floristic
region with high diversity and endemism; however, it is considered one of the
most threatened tropical ecosystems due to the level of disturbance and
fragmentation (Best & Kessler, 1995).
The
economic contribution of the dry forests is known, but not quantified, as
research is lacking, particularly in the PSE, as the few contributions they
have brought Ecuador have occurred specifically in the south. In addition, dry
forests have been underestimated, according to Aguirre and Erazo (2017), who
emphasize the importance of research in ecological and financial valuation of
these forests, as they provide a diversity of ecosystem services. An example of
this is the study in the community of Loma Alta conducted by Becker (1999),
which focuses on the hypothesis that the community members do not seem to
appreciate the indirect values of the upland forest, which provides them with the water supply with which they subsist and
use for irrigation in agriculture.
The interdependence between human well-being
and provision of forest ecosystem services is increasing; accordingly, the
functioning of forests needs to be ensured in the long term, where protected
areas play an essential role in the conservation of natural and cultural
resources. Planning and efficient management of these resources are a challenge
for the managers of protected areas, who operate a series of legal,
administrative, social and financial elements, among others (Cifuentes et al., 2000).
As a first step, it is essential to have a
planning strategy for the conservation of the Equatorial Pacific SDTF located
in the Chongón-Colonche Range (CCR) and to know their natural and cultural
values in order to preserve them. Therefore, the objective of this research is
to identify the conservation targets present in two protected areas located in
Santa Elena Province for the development of a local development strategy and to
strengthen environmental management competency.
METHODOLOGY
Study area
Geopolitical aspects. The
PSE has an area of 3 762.8 km2 and is geopolitically divided into
three cantons: Santa Elena (3 668.9 km2), Salinas (68.7 km2)
and La Libertad (25.3 km2) (see Figure 1). Santa Elena is the canton
with the highest level of agricultural activity, 14% of its area is dedicated
to crops and 6% to pasture. This canton also has the largest forest resources,
as in 2008 it reported an area of 31% native forest and 42% shrubby vegetation,
showing remarkable land use for conservation (Gobierno Autónomo Descentralizado
Municipal Santa Elena, 2014). In the canton of Santa Elena, two localities with protected areas were
chosen: Loma Alta community (01º 52’S, 80º 38’W) (see Figure 1), which has a bosque protector (forest preserve) of 3
218.19 ha known as Reserva Ecológica Comunal Loma Alta (ecological reserve);
and, Dos Mangas community (02º 07’S, 80º 18’W) (see Figure 1), which is part of
the bosque protector Chongón-Colonche with an area of 83
731 ha (Acción en el Biocorredor, 2012).
Figure
1. Geographical location of the Loma Alta and Dos Mangas communities, PSE.
Source:
Prepared by the authors.
Biogeographical aspects. The
Chongón-Colonche Range crosses the PSE at its northeastern end (see Figure 1);
it has a variable climate influenced by sea currents and the altitudinal
gradient. From June to November, the cold Humboldt Current causes a fog and
drizzle effect known as garúa, which
provides 40% of the water that the forest intercepts at 400 masl (Becker,
1999). The PSE has two well-defined seasons: a rainy season, from December to
April, and a dry season, from June to October, which coincides with the garúa months. The annual average
temperature in the Santa Elena canton is 23.4 ºC and its annual average
precipitation is 66 mm/year, which shows a variability of up to 200 mm/month in
the rainy season and close to zero in the dry season (Gobierno Autónomo
Descentralizado Municipal Santa Elena, 2014).
Two
biogeographical regions converge in the Chongón-Colonche Range: Chocó and
Tumbes. Currently merged and formally recognized as the Chocó-Darién-Western
Ecuador Terrestrial
Ecoregion, which extends from “the
southeastern portion of Panamá, along the western portions of Colombia and
Ecuador, as far as northwestern Perú” (Critical Ecosystem Partnership Fund, 2005, p. 6). This terrestrial
ecoregion is known as the Tumbes-Chocó-Magdalena Hotspot, which is
characterized by a diversity of ecosystems, from humid premontane forests to
dry thorny scrub.
Floristically,
the Chongón-Colonche Range (CCR) forms part of the Equatorial Pacific Coastal Range
(EPCR), which includes the highlands and foothills of the Chongón-Colonche
Range with a semi-arid to sub-humid bioclimate, where vegetation is typical of
humid ecosystems starting at 400 masl and dry in lower areas (Ministerio del
Ambiente del Ecuador, 2012b). Four ecosystems were identified in the Equatorial
Pacific Coastal Range: 1) EPCR deciduous forest, located in the foothills of
the CCR, on a bioclimatic floor of >200 masl, with an xeric-dry climate and
tree stratum between 15 and 20 m high with deciduous species; 2) EPCR
semi-deciduous forest, located on the ridges and slopes, on a bioclimatic floor
>200 masl, with seasonal rainy sub-humid climate and tree stratum between 12
and 25 m high with 25% deciduous species; 3) EPCR seasonal premontane evergreen
forest, located in a bioclimatic floor at elevation between 200-400 masl, with
seasonal rainy sub-humid climate and average tree stratum of 20 m with emerging
trees up to 30 m high; 4) EPCR seasonal montane evergreen forest, located on a
bioclimatic floor at elevations between 400-860 masl, with seasonal rainy
sub-humid climate and a multilayered forest of trees up to 25 m high
(Ministerio del Ambiente del
Ecuador, 2012b).
Socio-economic aspects. The
inhabitants have a cultural identity typical of pre-Columbian peoples, such as
Valdivia (4200-1500 BC), Manteño-Guancavilca and Milagro-Quevedo (Integration
Period, 800 BC-1535), which were characterized by the ethnic socio-cultural
dynamics established by complex
societies (López & Peralta,
2016). According to the Ley de Comunas
enacted in 1936: “los descendientes
de
estos pueblos precolombinos han
conservado cierta
estructura social y económica, congregándose en comunidades
indígenas y campesinas [...], la cual garantiza el
ejercicio de los derechos colectivos indígenas
o afroecuatorianos que se autodefinen con nacionalidades
de raíces ancestrales” [the descendants of these
pre-Columbian peoples have preserved a certain social and economic structure,
gathering in indigenous and rural communities [...], which guarantees the
exercise of indigenous or Afro-Ecuadorian collective rights who self-identify
with ancestral nationalities] (Astudillo, 2010, p. 22).
METHODOLOGY
The
chosen planning methodology was the conservation design model created by The
Nature Conservancy (TNC), which has four components: 1) ecoregional
conservation planning, where areas known as conservation portfolios are
selected; 2) planning for site conservation or strategy development, either in
individual sites or in a network of protected areas; 3) conservation action or
decision-making, where the type of support is defined; and 4) success
measurement, where actions are evaluated (Granizo et al., 2006).
In
accordance with to the proposed objective, this research focuses on the second
component of the conservation design model; although it should be noted that
some of the results of the first component are presented here during the
selection of the study area, as they are part of the conservation portfolio for
the PSE.
It was
necessary to know the conservation priorities within each locality in order to
develop strategies; therefore, the Conservation Action Planning (CAP)
methodology was used as tool, which includes a diagnostic phase of the area,
the first step of which is the selection of conservation targets (Granizo et al.,
2006). To complement the diagnosis, the SWOT analysis technique was used to
determine the potential and limitations of the management and public use of the
natural and cultural resources of the communities and their protected areas. SWOT analysis is a strategic planning
tool, presented in a matrix, that assesses the strong and weak factors within
an organization or project,
as well as the opportunities and
threats of its external environment (Ponce, 2006).
The
SWOT analysis and the selection of conservation targets were carried out
through four participatory workshops during the years 2015, 2016 and 2017, with
approximately twenty participants for each workshop; local experts, social
actors and representatives of governmental and non-governmental environmental
organizations were also involved.
Conservation
targets are unique elements or characteristics found at different levels of biological
organization and geographical scales that enable the identification of
conservation sites
for an ecoregion or conservation
threats and the development of strategies for a conservation area (Groves et al., 2000). Given the objective of
the project and logistics in the areas, the first workshop was conducted with a
multi-disciplinary group of experts in the area of engineering (environmental,
forest, civil, mechanical, tourism engineers) and biologists, who helped with
the initial goal of designing the conservation portfolio for the PSE. The
following workshops were held in situ
with the communities, and via brainstorming, natural conservation targets (NCT)
and cultural conservation targets (CCT) were catalogued.
According to the categories and requirements
described by Granizo et al. (2006), a
total of eight elements were chosen in each locality, four for each type of
target, and the coarse/fine filter approach was used for the definition of
targets. This technique consists of an inverted pyramid, which specifies four
spatial scales (regional, coarse, intermediate and local) and describes three
levels of biological organization (species, communities and ecosystems) (Groves
et al., 2000). According to Granizo et al. (2006), the coarse filter
protects strategic communities and ecosystems that ensure their functionality
and viability; whereas, the fine filter preserves species that slip through the
coarse filter or are not protected.
RESULTS
The
SWOT analysis was organized in thematic areas: local economic development,
social development and human capital, institutional development and citizen
participation, as well as territorial planning and infrastructure development.
See the following table:
Table
1. SWOT matrix of Loma Alta and Dos Mangas communities and their protected
areas.
Strengths |
Opportunities |
Weaknesses |
Threats |
Presence
of natural and cultural resources in the communities |
Potential
for scientific research in various areas |
Cabildo functions overload |
Missing
opportunities |
Provision
of ecosystem services by protected areas |
Potential
to implement various innovative financial mechanisms for biodiversity
conservation such as Payments for Environmental Services (PES) |
Community’s
lack of experience, motivation and training to initiate projects and develop
activities in the economic, tourism and environmental sectors |
Current
economic crisis facing the country to support established programs |
High levels of biodiversity and
endemism |
Support from the Ministry of the
Environment (MAE) for the protected area to be annexed to the PANE |
Lack of continuous technical advice on
planning, community management and development issues |
Increasing environmental problems such
as climate change, loss of vegetation cover, watershed degradation, habitat
fragmentation and pollution of natural resources |
Possession of legal documentation
declaring the as a bosque protector
(forest preserve) |
Potential to create an environmental
brand with products derived from biodiversity |
Community’s
lack of self-management |
|
Membership in the Socio Bosque program
and annual receipt of a financial incentive for resource management |
Support from the municipal and
provincial GAD |
Very limited financial resources for
conservation programs, despite receiving an economic incentive from Socio
Bosque for this purpose |
Almost
exclusive economic dependence on the Socio Bosque program to manage natural
resources |
Declaration of Important Bird Area
(IBA) in both communities |
Potential for sustainable community
tourism initiatives in various forms |
Limited knowledge of English necessary to meet the demand of
international tourism |
Insufficient
national recognition, appreciation and promotion of the protected area |
Interest on the part of the cabildo, park rangers and other key
actors in improving the planning and management of their natural and cultural
resources |
Supported by national and
international environmental NGOs |
Lack of an administrative structure
and strategic leadership to manage the protected area |
Limited
organizational culture and leadership to initiate economic and social
ventures |
Increasing
interest of ecotourism in protected forest areas in the PES |
Increasing
recognition of the protected area at international level owing to research
and dissemination efforts |
Loma
Alta does not have a team of community environmental interpreters to pursue
guided tourist activities |
Geographical
location of Loma Alta and difficult
access to the protected area |
Predisposition
of young community members to train for and develop sustainable tourism
activities |
Possibility
of establishing strategic alliances with universities |
Competition
in the supply of tourism products in the PSE |
|
High
level of public safety |
There
are environmental (e.g. Christmas bird count) and cultural (sabores y saberes) events established |
Low
level of higher education and lack of knowledge on the part of community
leaders for the management of the protected area |
Restrictions
on road and telecommunications access between the village and the protected
area |
Stable
environmental legislation |
Tourism
promotion with the Ministry of Tourism campaign All you need is Ecuador |
Increase
in social problems due to lack of jobs, medical services, family planning and
(high school and higher) education |
|
Availability
of land for the creation of new infrastructure |
Current development of a participatory
management plan for Loma Alta |
Lack
of solidarity among community members |
Conflicts
of interest of certain social actors |
Source:
Prepared by the authors.
Based
on the diagnosis and SWOT analysis, the following information relevant to the
development of a local strategy is presented; several necessary measures to
preserve resources, ensure ecological integrity and strengthen local
environmental management capacity are proposed.
At the
technical level, the development of a management plan for each protected area
is imperative, since it will contain a proposal for zoning, where the various
stakeholders can reach
the mutual compatibility of their economic interests in special functional
areas, as well as conservation areas It is suggested that the regulations
governing the use of natural resources be updated and that the mechanisms for ensuring compliance be
specified.
At the
administrative level, the creation of an administrative unit with qualified
staff will encourage participation and enhance economy at local level. The unit
must have a director, technicians, assistants and park rangers until it is
consolidated and expanded according to its needs.
At the
socio-educational level, social participation and environmental education with
diversity, inclusion and equity criteria that empower actors and sectors for
proper planning and management of resources are crucial. The development of
multi- and transdisciplinary scientific research through long-term projects and
monitoring programs is essential to support decision-making.
At the
socio-political level, governance follows a co-management model between the
public administration represented by the Ministry of the Environment of Ecuador
(MAE, by its Spanish acronym) through their respective directorates, the
decentralized autonomous governments (e.g., governorate and municipality), and
the local administration constituted by the cabildo
in each community. However, it lacks a comprehensive territorial plan that
incorporates the concept of sustainability with horizontal, systematized and
multilevel social interactions. There is therefore a need for re-engineering
processes of participatory environmental management that is unified into a
local, national and regional policy.
At the
economic level, there is an urgent need to diversify financial mechanisms in
order to integrate them into the process of change in the productive matrix
focused on agriculture. Innovative financial mechanisms based on the proposed
environmental services relate to payment for use or impact on environmental and
cultural services, as well as management of biodiversity and non-timber
resources.
In
addition, a total of eight conservation targets, four natural and four
cultural, were identified in the workshops, coinciding in both communities and
with the preliminary list of experts. The natural conservation targets (NCT)
referred to were: 1) garúa forest; 2)
hydrological systems; 3) game species, the white-tailed deer (Odocoileus virginianus), saíno (Tayassu tajaco), paca (Agouti paca), and Central American
agouti (Dasyprocta punctata) were
included in this category, since there is a tradition of consumptive local use
of these species; and, 4) avifauna, the Esmeraldas woodstar (Chaetocercus berlepschi) and the
yellow-throated toucan (Ramphastos
ambiguus) were included in this category.
Due to
the educational level of most participants, the coarse/fine filter strategy was
adapted combining biological levels of biodiversity (ecosystems, communities
and species) and conservation levels (coarse/fine filter) for the explanation
of concepts and dissemination of results in the community (see Figure 2). An
example with the NCT most valued by the community at the coarse filter level
considering the geographical scale was shown (see Figure 3).
Figure
2. Natural conservation targets (NCT) adapted using coarse/fine filter
technique.
Source:
Prepared by the authors.
Figure
3. Terrestrial conservation target adapted using coarse filter.
Source:
Prepared by the authors.
Regarding
the four cultural conservation targets, the chosen ones were: 1) gastronomy,
the inhabitants described typical dishes such as the seco de guanta (paca stew), seco
de venado (deer stew) and the ceviche
de chumumo as the most popular in the communities; 2) patron saint
festivities, being the foundation of the community, the Virgen de las Mercedes
Day and the Day of the Dead the most celebrated; and, 3) archaeological remains
(huacas). The fourth target was
always fluctuating between the building (e.g. community center), collective
memory (e.g. history of the community), the social institution (e.g. community)
and local knowledge and practices (e.g. production of handicrafts using tagua and toquilla straw) (Figure 4); of
these, the latter is almost non-existent within the community of Loma Alta.
Figure
4. Cultural conservation targets.
Source:
Prepared by the authors.
DISCUSSION
The
conservation design methodology has been used by academic entities,
governmental and non-governmental organizations in the USA and Latin America,
as part of ecoregional planning. This methodology has been suitable for this
type of research and the
area, as indicated by Chávez et al. (2014), is quantitative, as it
uses ecological, biophysical, social criteria, applied to large geographical
areas and all types of ecosystems, and is therefore considered to be
systematic, efficient, replicable and participatory.
It should also be emphasized that the results
of the SWOT and the proposed measures are inputs for the development of a local
strategy that strengthens integrated territorial management and have been
obtained from a transdisciplinary knowledge, which reflects the dynamics in
resource management and organizations. Thus, the results of the Conservation
Action Planning (CAP) focused on natural conservation targets chosen by the
community members are related to the list previously prepared with the experts,
because they both agree that the humid forest, known as garúa forest beginning at 400 masl, must be preserved. The
conservation of these forests is imperative because they provide taxonomic
diversity and environmental services for local human survival in an area
characterized by dry climate and xerophytic vegetation. Therefore, the
conservation of these forests in the PSE must be a priority in the national,
provincial and local agenda, because in these two communities the remaining,
diverse, representative and continuous flora is protected.
In this way, biodiversity conservation needs up-to-date
scientific information for the design of regional development strategies and
policies, as well as for the development of plans of conservation and
sustainable use of biodiversity (Alvarado et
al., 2011). According to Zamora (2002), descriptive scientific research is
a basic and fundamental contribution to managing nature; ecological processes
and their mechanisms should be analyzed in order to make better decisions. The
results of this research therefore enable the improvement of environmental
management by knowing the values in the PSE’ forest reserve to be preserved,
because the communities lack updated biological information and planning tools
for efficient management.
Sustainable management, according to the
Millennium Ecosystem Assessment (2005), requires a substantial change within
institutions and governance, as well as policies to reduce the severity of the
issued faced by ecosystems. The democratization of environmental issues, based
on the new Constitution of the Republic of Ecuador, has represented a paradigm
shift in the conservation and management of biodiversity, which has promoted
efficient environmental management and participatory governance.
In the PES, participatory governance is a primary
factor in the management of resources due to indigenous-rural cultural identity
and the biocentric and holistic worldview of rural communities. Loma Alta led
the conservation process in the CCR, which according to Astudillo et al. (2015) began in 1987, protecting
an area of 1 858.25 hectares of its forest. In addition, conservation through
use has had successful experiences in indigenous communities; an example of
this also occurred in Loma Alta, where Becker et al. (2005) demonstrated the potential of social participation in
governance processes, which through long-term scientific research managed to
preserve biodiversity and establish local and national institutional nesting.
Other examples of participatory governance and conservation through use are
seen in the province of Napo, in the Sumaco Biosphere Reserve (Torres et al., 2013), and in Honduras and
Mexico, in the Mesoamerican tropical dry forest (Barrance et al., 2009).
The results of Becker et al. (2005) agree with the research by Ostrom (2010) on the
governance of the communities focused on social capital and collective action
in the use of natural capital, as well as polycentric governance through
multi-level institutional analysis. Based on these previous investigations, we
continued with the processes of participatory governance and strengthening the
institutional and multilevel nesting in the development of this project, which
is reflected in the results, where it was associated
with academia (e.g., Universidad
de Especialidades Espirítu Santo), local authorities (e.g., Loma Alta and Dos
Mangas’ cabildos, Municipality of
Santa Elena) and national authorities (e.g., Ministry of Environment and
Ministry of Tourism).
Despite the progress in the conservation of
their resources and the annual monetary incentive that the municipalities
receive from the Socio Bosque program, it is necessary to integrate these
protected areas into regional and local development, where the biodiversity
conservation perspective is integrated into eco-regional planning and land
management. One planning and conservation strategy that has been promoted since
the last two decades of the last century is territorial ecological
connectivity, which maintains a functional connection derived from the motor
skills of species to maintain ecological flows at landscape scale
(EUROPARC-España, 2009).
Conservation corridors as planning strategies
address ecological connectivity. Conservation corridors are management tools
that combine human development needs with conservation priorities; their
function is to allow the connection between protected areas or fragments of
habitats to maintain the sustainability of natural ecological processes and to
increase mobility and genetic exchange between species (Critical Ecosystem
Partnership Fund, 2005). Within the Chocó-Darién-Western
Ecuador Terrestrial
Ecoregion, the
Chocó-Manabí Conservation Corridor was created, which has a conservation
strategy and establishes strategic alliances between Ecuador-Colombia and the
United States.
Despite this initiative, the PSE and its
protected areas were not included in the development of this strategy. The
results of Astudillo et al. (2019a,
b) on the analysis of spatial arrangement of plant formations and floristic
similarity in several localities of the CCR emphasizes the plant affinity by
altitudinal gradient and not by area, which reinforces the concept of
ecological corridor. Moreover, the results of this research highlight the
efforts of local and national social actors to promote projects that strengthen
their capacities to plan and manage their natural and cultural resources. In
terms of tourism planning, Chóez et al.
(2017) proposed a scenic trail runs through the two communities to promote
environmental and human sustainability. However, this initiative has not been
successful due to the lack of organization of both communities, deficiencies in
the management of their resources and a deficit in long-term strategic
planning.
CONCLUSIONS
1.
The efficient management of seasonally dry tropical forests located in the PSE is faced with the
challenge of strengthening local environmental planning and management
capacities.
2.
The management of natural and cultural
resources in Santa Elena faces technical and administrative shortcomings due to
the lack of a management plan and an autonomous administrative department to
manage socio-environmental processes in protected areas and promote sustainable
development through the diversification of innovative financial mechanisms
based on environmental services.
3.
The recognition of the forest and the social institutionality of the cabildo as natural and cultural conservation targets strengthen the
concept of conservation through the use of resources that operates at the
communal level for Santa Elena, but it must be consistent with local conditions
of culture, land tenure and local development needs.
4.
The current environmental governance in the
PSE should reinforce participatory, inclusive, informed and fair management
methods in order to achieve the sustainability of protected areas.
ACKNOWLEDGEMENTS
To the
Research Center of the Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) for
funding the execution of this project (UEES-2014-ART-002); to the deans,
professors and pupils of the School of Liberal Arts and Education Sciences
(Departments of Environmental Sciences, Psychology and Education), Economics
(Department of Tourism) and Communication (Department of Design and
Communication). Also, to the Ministry of the Environment of Ecuador (MAE),
through its Provincial Directorate of Santa Elena for the corresponding
research permit No. 017-15 IC-FAU-DPSE-MA, to the Municipality of Santa Elena
and to Dionicio Gonzabay, Mayor of Santa Elena. To the local authorities,
Gustavo de la A (President of Loma Alta) and Ángel Merchán (President of Dos
Mangas) and the park rangers who contributed to the realization of this
project.
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[1] Bióloga
por la Universidad de Guayaquil, Ecuador. Magíster en Espacios Naturales
Protegidos por la Universidad Autónoma de Madrid. Investigadora Asociada al
Research Center, Universidad Espíritu Santo, Samborondón, Ecuador. ORCID:
0000-0003-0006-2730
E-mail:
eveavesecuador@gmail.com
[2] Biólogo
por la Universidad de Guayaquil, Ecuador. Actualmente es Director del Jardín
Botánico
de Guayaquil y consultor independiente. Guayaquil, Ecuador
E-mail: jperez_40@hotmail.com
[3] Geográfo
por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Mágister en Ciencias
Ambientales
por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Actualmente es docente de la Facultad de
Ingeniería de la Universidad Privada del Norte y
Decano del Colegio de Geógrafos del Perú.
Lima, Perú.
E-mail: gilmer.medina@upn.edu.pe
[4] Ingeniera
Química por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente de la Facultad
de
Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Lima, Perú
E-mail: amedinae@unmsm.edu.pe
[5]
Biologist from the Universidad de Guayaquil, Ecuador. Master in Protected Natural Spaces from
the Universidad Autónoma de Madrid, Spain. Associate researcher at the Research
Center, Universidad Espíritu Santo, Samborondón, Ecuador. ORCID:
0000-0003-0006-2730
E-mail: eveavesecuador@gmail.com
[6] Biologist from the
Universidad de Guayaquil, Ecuador. Currently Director of Jardín Botánico de Guayaquil
and independent consultant. Guayaquil, Ecuador
E-mail: jperez_40@hotmail.com
[7] Geographer from the
Universidad Nacional Mayor de San Marcos and Master in Environmental Science
from the Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Currently working as
Professor at the School of Industrial Engineering of the Universidad Privada
del Norte. Dean of Colegio de Geografos del Peru. Lima, Peru.
E-mail:
gilmer.medina@upn.edu.pe
[8] Chemical Engineer from the
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Professor at the School of Industrial
Engineering of the Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Peru. E-mail:
amedinae@unmsm.edu.pe