QUIPUKAMAYOC  28(57) MAYO-AGOSTO,2020ISSN 1609-8196(versión electrónica) / 1560-9103 (versión impresa)

 

Código DOI: http://dx.doi.org/10.15381/quipu.v28i57.17903 Facultad de Ciencias Contables-UNMSM

 

ARTÍCULO DE REVISIÓN

REPERCUSIÓN ECONÓMICA MUNDIAL DE LA PANDEMIA DEL COVID-19. ANÁLISIS DE SECTORES MÁS AFECTADOS

GLOBAL ECONOMIC IMPACT OF THE COVID-19 PANDEMIC. ANALYSIS FROM THE MOST AFFECTED SECTORS

 

Noelia Araújo Vila
Universidad de Vigo
Vigo, España
ORCID: http://orcid.org/0000-0002-3395-8536
Correo electrónico: naraujo@uvigo.es
[Recibido: 27/05/2020 Aceptado: 27/07/2020 Publicado: 31/08/2020]

RESUMEN

Al día de hoy, el COVID-19 es un virus conocido por todos, dada la situación de pandemia que se ha declarado a nivel mundial. Se trata de una crisis sanitaria sin precedentes en la historia actual, la cual ha obligado a los gobiernos de numerosos países a tomar medidas restrictivas referentes a la actividad empresarial y movilidad de ciudadanos. La investigación analiza, en primer orden, las consecuencias de esta crisis mundial en la economía, mediante indicadores económicos como los valores de la bolsa, el precio del petróleo, la tasa de desempleo o el índice del PIB de países como España o Estados Unidos. Después, el estudio se centra en dos de los sectores más afectados: turismo y comercio. A través de un análisis cualitativo vía entrevistas en profundidad, se revela cómo estos dos sectores han vivido esta crisis y cuáles son sus expectativas.

Palabras clave: Comercio, COVID-19, crisis económica, pandemia, turismo

ABSTRACT

Nowadays, The COVID-19 is a virus already known by everyone, given the pandemic situation that has been declared worldwide. This is an unprecedented health crisis in the current history, which has forced the governments of several countries to take restrictive measures regarding the business activity and mobility of citizens. The research analyses, firstly, the consequences of this world crisis on the economy, through economic indicators such as stock market values, oil price, rate of unemployment or the GDP index of countries such as Spain or the United States. Then, the study focuses on two of the most affected sectors: Tourism and trade. Through qualitative analysis by in-depth interviews, reveals how these two sectors have lived this crisis and which are their expectations.

Keywords: Trade, COVID-19, economic crisis, pandemic, tourism.

 

INTRODUCCIÓN

A finales de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de la existencia de una enfermedad respiratoria que derivaba en un cuadro grave de neumonía, producida por un virus desconocido hasta el momento. El brote se originó en la ciudad china de Wuhan, pero no fue hasta 2020 que se hizo un comunicado oficial desde China del hallazgo de un nuevo coronavirus, denominado 2019-nCov, o el ya conocido por todos como COVID-2019 (Mazzei, 2020).

La globalidad en la que vivimos ha hecho que en tiempo récord el virus se haya extendido por todo el mundo, llegando al nivel de pandemia. De China dio el salto a Italia (primer país de la Unión Europea en caer económicamente). Posteriormente, se propagó por España, provocando que se aplicase el estado de alarma. Como consecuencia, casi la totalidad de la capacidad productiva y economía española se vio reducida, provocando bruscas bajadas en la bolsa del IBEX 35 en solo 24 horas.

Estados Unidos, tras sus primeros casos confirmados, también decidió actuar al respecto. Tomó medidas económicas y financieras con el fin de evitar un posible crack bursátil, como ya había sucedido en Europa.

Dicha crisis sanitaria ha hecho que los gobiernos tomen medidas al respecto, con reducción de la movilidad de individuos y etapas de confinamientos. Derivado de ello, se ha paralizado la actividad económica de numerosos sectores e industrias, así como el empleo de miles de individuos, bien por cese definitivo o cese temporal. El paralizar la actividad industrial de un país, y en este caso, de numerosos países, ha sido una medida drástica sin precedentes. Tal situación llevará consigo repercusiones económicas a nivel mundial. Así, los efectos que el coronavirus pueda tener en la economía dependerán del grado de la crisis y de su duración, del tiempo que estén en vigor las medidas adoptadas, de su intensidad y de la destrucción de tejido productivo que se produzca.

Es obvio que el COVID-19 es un tema de total actualidad, que de un modo u otro nos afecta a todos. Es por ello que este trabajo se ha centrado en él, desde una perspectiva económica. En primer lugar, se lleva a cabo una revisión de cómo esta crisis ha afectado a la economía mundial y concretamente se analiza la evolución de algunos indicadores durante la crisis (situación de la bolsa, tasa de desempleo o precio del petróleo, entre otros). Como parte empírica del trabajo, se hace hincapié en dos de los sectores más afectados por esta pandemia: turismo y comercio. Se analiza la actitud, opinión y medidas adoptadas por los dos sectores objeto de estudio, para lo cual se recurre a un análisis cualitativo vía entrevistas en profundidad a expertos y a gerentes de empresas de ambos sectores.

Revisión teórica

Impacto del COVID-19 en la economía mundial

Han trascurrido prácticamente 6 meses desde los primeros casos de Coronavirus en China, pero en el resto del planeta la situación de confinamiento y paralización empresarial lleva en su máximo apogeo 2 meses. Los expertos creen que todavía es pronto para evaluar los efectos de esta pandemia a nivel económico, cuyas repercusiones se verán a medio y largo plazo. Rogoff (2020) avala esta premisa, y cree posible que se inicie una nueva crisis global, diferente a la de 2001 o 2008. Añade también que China, a lo largo de la próxima década, tendrá problemas de crecimiento debido a su gran endeudamiento. Para este país el COVID-19 ha supuesto un choque económico tanto por parte de la oferta como de la demanda, sin antecedentes cercanos (debe remontarse a la década de 1970).

En este panorama actual, ciertos sectores ya han pasado a la lista de los más afectados, entre ellos el turismo, el comercio y las cadenas de producción. Otros investigadores llevan a cabo previsiones más optimistas, con posibles recuperaciones ya a finales del año 2020 o inicios del 2021. Aun así, entre los principales riesgos para la economía, Clavellina (2020) señala:

Spence (2020) vaticina también un futuro incierto. Según este, se estima que el crecimiento del PIB anual chino podría caer entre 2 y 4 puntos porcentuales por trimestre, hasta que el virus llegue a su alcance máximo. Enfatiza que las consecuencias económicas serán sustanciales, pero transitorias y, a pesar de las previsiones, cree que la economía china es fuerte y está preparada para recuperarse de un choque como este y prevé que la recuperación tendrá lugar a más tardar el tercer trimestre del 2020.

La situación actual, no esperada y con actuaciones de cuarentena y cierres temporales, ha dado lugar a reducciones de productividad y actividad económica; incluso al desempleo y cierre de ciertas empresas, al no poder sobrevivir en este contexto. Se prevé una reducción de la demanda en todos los sectores ante la falta de ingresos por parte de muchas familias y la situación de inactividad y confinamiento en los hogares. Esta situación no es exclusiva de España, sino que se dará en todos los países afectados por el virus. Se está, por tanto, ante un efecto en el comercio y sistema financiero internacional, lo que invariablemente ocasionará reducciones en los precios de las materias primas, como ya se ha podido ver con el petróleo (Clavellina, 2020).

Evolución de indicadores económicos ante el COVID-19

Muestra de los efectos que el COVID-19 ha tenido en la economía mundial puede observarse en la evolución de ciertos indicadores. Según Heath (2012), los indicadores son utilizados para medir objetivamente lo que ocurre en el mercado. Se tratan de datos cuantitativos en su mayoría, aunque también pueden ser de carácter cualitativo.

El índice Standard & Poor's 500, también conocido como S&P 500, es uno de los índices bursátiles más importantes de los Estados Unidos. Se le considera el índice más representativo de la situación real del mercado. Como se aprecia en la figura 1, en tan solo un mes, del 19 de febrero de 2020 al 23 de marzo de 2020, este índice ha sufrido un descenso del 33,9%. En el caso de Europa, el Euro Stoxx 50 (índice bursátil que representa el rendimiento de las 50 empresas más grandes entre los 19 supersectores en términos de capitalización de mercado en 11 países de la Eurozona) sufrió un descenso de casi un 40% del 20 enero al 16 de marzo del año en curso (Stoxx, 2020) (Figura 2).

Figura 1. S&P 500 Index

Fuente. Marketwatch.com (2020)

Figura 2. Euro Stoxx 50

Fuente. Stoxx.com (2020)

En el caso de España, a partir del 19 de febrero, la bolsa ha sufrido bruscas caídas. Dos días tras la declaración oficial de estado de emergencia en este país (segundo en la Unión Europea, tras Italia), el IBEX 35 sufrió una pequeña mejora; fruto de la oportunidad de inversión a la baja. Resultado de ello, el día 17 de marzo, el Gobierno cambia varios artículos clave referidos a la normativa que regula las inversiones desde el extranjero (para no invertir en bolsa a la baja, y provocar como consecuencia de ello un mayor descalabro). El informe publicado por el banco BBVA estima un impacto de la crisis sanitaria en forma de V, es decir, negativo en el primer trimestre y con una recuperación relativamente rápida en los siguientes (Rodríguez, 2020).

Además de los índices bursátiles, otro buen indicador de la economía mundial es el precio del barril de Brent. Arabia Saudí y Rusia son los dos países productores que lideran el mercado. Ante la falta de demanda desencadenada por el confinamiento, ambos países entraron en una guerra comercial. Rusia se negó a llegar a un acuerdo con Arabia Saudí y reducir la producción, por lo que el segundo país optó por bajar aún más el precio del petróleo para aumentar las ventas. Finalmente llegaron a un acuerdo para reducir la producción (CincoDías, 2020) (Figura 3).

 

Figura 3. Evolución precio petróleo Brent marzo-abril 2020

Fuente. Elaboración propia a partir de Bloomberg (2020)

Además del análisis de estas cifras, reflejo de la situación económica del mercado global ante el COVID-19, de acuerdo con Heath (2012) se propone otra serie de indicadores adecuados para analizar la situación económica:

Tabla 1

Evolución IPI España (abril 2019-marzo 2020)

Fuente: Datos Macro Expansión (2020a)

Las cifras no son más que el reflejo de la actual situación. Situaciones de desempleo o ceses temporales de la actividad ante confinamientos de la población y descensos de la creación de valor productivo por parte de los países.

Sectores más afectados por la crisis del COVID-19

Se puede afirmar que prácticamente todos los sectores e industrias se han visto afectados de algún modo por esta pandemia. Algunos de ellos con una caída drástica de su actividad o incluso cese, y todos en lo que respecta a las nuevas medidas de higiene y seguridad tanto para trabajadores como para consumidores. Aun así, todos los expertos coinciden en que ciertos sectores han recibido la peor parte de esta crisis, entre ellos el del turismo y transporte de viajeros, comercio de bienes y servicios entre países (ante el cierre de fronteras) y la bolsa, con caídas drásticas (Clavellina, 2020).

Esta pandemia ha supuesto un antes y un después en la sociedad y, de modo muy especial, en el sector del turismo. La Organización Mundial del Turismo (OMT, 2020) afirma que esta crisis podría producir en este sector unas pérdidas de 30 000 a 50 000 millones de dólares solo en Estados Unidos. Y esto solo son estimaciones, las cuales se deben tomar con mucha prudencia ante la situación de incertidumbre actual.

Ahora mismo la prioridad de la mayoría de los países e individuos es la salud y la seguridad, relegándose el turismo a un segundo plano, la del ocio. La sensación actual es de incertidumbre. “La más obvia es cuánto durará la situación de alarma y en qué plazos se recuperarán muchas actividades. El tiempo es siempre un factor crucial para determinar la trayectoria de los procesos” (Recio, 2020, p. 6). Trabajos previos sobre turismo, crisis y desastres hacen alusión a los términos riesgo, miedo y desconfianza como las tres principales y más recurrentes palabras clave (Aledo, Ortiz, Aznar-Crespo, Mañas, Jimeno, Climent-Gil, 2020). Es por ello que, ante esta situación, el sector turístico ha hecho una nueva reflexión y las medidas adoptadas tras esta crisis a partir de ahora tal vez sean ya una constante en esta industria. Los individuos deben sentir sobre todo confianza y seguridad en el sector para poder reanudar su consumo y que este permanezca en el tiempo. Precisamente, investigaciones enfocadas en propuestas y medidas para la recuperación del sector en periodos poscrisis hacen hincapié en los conceptos de producción de seguridad y confianza (Calgaro, Lloyd, y Dominey-Howes, 2014Mair, Ritchie y Walters, 2016; Ritchie, 2004).

Pero no solo el turismo, prácticamente, se ha paralizado. Los sectores del ocio y deporte, del comercio minorista o de la banca también se han visto afectados. El ocio ha sido tal vez uno de los más perjudicados junto al turismo, ya que todo evento (concierto, festival, cine, teatro, feria, etc.) ha sido cancelado, o, en el mejor de los casos, aplazado. Lo mismo ocurre con el comercio minorista, donde la mayoría de los establecimientos han tenido que cerrar o reducir drásticamente sus aforos ante las nuevas medidas sanitarias.

Tras contextualizar la situación económica actual que está atravesando el planeta a raíz de la pandemia ya conocida por todos, este trabajo busca profundizar en la situación e inquietudes por parte de dos de los sectores más afectados: el del turismo y el del comercio minorista. Para ello, se plantea como objetivo principal conocer la actitud, opinión y medidas adoptadas por estos dos sectores ante esta crisis sanitaria. Como objetivos secundarios, se establecen: i) conocer la repercusión de esta pandemia en ambos sectores, ii) cómo se prevé la reapertura de establecimientos, iii) qué medidas han implementado en sus negocios y iv) cuáles son sus expectativas de futuro.

Para alcanzar tal fin, se ha optado por realizar una investigación cualitativa vía entrevista en profundidad semiestructurada a expertos y profesionales de ambos sectores. El total de entrevistas realizadas ha sido de 18, 10 de ellas a propietarios y gerentes de establecimientos turísticos y de restauración, y 8 a propietarios y gerentes de comercios minoristas. Todos ellos pertenecientes al territorio español. Se ha optado por una entrevista semiestructurada para poder seguir así un guion y dar respuesta a los objetivos planteados, pero con cierta libertad a los entrevistados de comentar aquello que considerasen oportuno o relevante. La entrevista se ha dividido en 5 bloques:

Resultados a partir de las entrevistas

En primer lugar, se analiza cuál ha sido la situación de los entrevistados ante la cuarentena vivida en nuestro país. Todos los entrevistados afirman que se han visto obligados, por primera vez, al cierre de sus negocios. Se trata de una situación sin precedentes que a todos ellos les ha tomado por sorpresa. En ningún plan de contingencia de sus empresas se contemplaba la situación de pandemia, lo cual ha dificultado ser proactivos ante esta situación. Más bien se han ido adaptando a las medidas gubernamentales propuestas.

En el caso del sector turístico, varios de los entrevistados afirman que habían iniciado este año con buenas expectativas, con un número de reservas ya considerables. Y a partir de los meses de febrero y marzo los clientes empezaron a solicitar cancelaciones; y ya desde el 14 de marzo, los propios negocios se vieron obligados a realizar las cancelaciones ante la inactividad empresarial. Dichas acciones se traducen en una cuantiosa pérdida de facturación, ya en el primer trimestre del año y todavía mayor en el segundo. Todos los entrevistados del sector turístico consideran que la mitad del año está totalmente perdida, y se plantean serias dudas en lo qué pasará en la temporada alta.

En lo que respecta al comercio, las respuestas son las mismas. Los entrevistados comentan frases como la peor crisis del sector nunca vivida en el último medio siglo, cese empresarial sin antecedentes o parón económico sin precedentes. Efectivamente, a excepción de sectores como el de la alimentación, el resto se ha visto obligado a cerrar sus locales, con las pérdidas económicas que ello supone. Uno de los entrevistados afirma sentir “tristeza y preocupación” porque el comercio es una pieza clave del tejido empresarial y el COVID-19 le ha ocasionado un daño significativo. Muchos de ellos vivían prácticamente del día a día y no tienen el margen que sí tienen grandes empresas o multinacionales. De ahí la preocupación, de que, tras el paso de esta pandemia, muchos de ellos no logren recuperarse, o incluso no lleguen a reabrir. Otro de los entrevistados menciona también que el confinamiento le ha hecho reflexionar y que tal vez deberían pensar en renovar o modificar el modelo de negocio. Durante el cierre total de establecimientos, han seguido vendiendo los que tenían alguna plataforma de venta online, bien propia (por ejemplo, su página web), bien a través de un intermediario (un Marketplace como Amazon); por ello, cree que es el momento de reflexionar y estar preparados no solo ante una situación similar que obligue de nuevo al cierre, sino como estrategia para diversificar ventas. Varios de ellos comentan que este encierro ha hecho ver a muchos comercios que la adaptación a la tecnología y al mundo online era necesaria, independientemente de la situación por la que estamos pasando. El nuevo consumidor demanda este tipo de servicios, la compra sin tener que desplazarse al establecimiento y el contacto con el comercio a través de canales online.

En lo que respecta a la reapertura las respuestas son variadas. Algunos de ellos todavía no han reabierto sus negocios, ya que consideran que todavía no es rentable y su plantilla laboral se encuentra en situación de ERTE. La mayoría sí ha decidido reiniciar su actividad, aunque con un volumen de trabajo mucho inferior a lo habitual. Pero su objetivo es ir adaptándose poco a poco a la nueva realidad. El gerente de una empresa de turismo activo afirma que “prácticamente el total de sus reservas para la primavera e incluso inicio del verano fueron canceladas, haciendo que el futuro de la empresa sea un gran interrogante”. Aun así, mantiene una actitud optimista y piensa que tal vez sea una oportunidad para impulsar y fomentar el turismo interno, demandando el turista los denominados turismos alternativos; aquellos poco masificados y en lugares privilegiados. Otro de los entrevistados añade que el turismo no desaparecerá, pero se transformará. No será lo mismo, como en otras actividades. Las aglomeraciones en los establecimientos y las playas quedarán desfasadas, hay otra sensibilidad. Hay que vencer el miedo ofreciendo seguridad.

Varios de los expertos hablan de posibles escenarios de recuperación, contando en el mejor de los casos con una reactivación de ambos sectores ya para esta temporada estival, principalmente en el sector turístico, permitiéndose la llegada de extranjeros a partir del mes de julio. Los más pesimistas creen que la economía no se reactivará hasta iniciarse el año 2021. Una de las entrevistadas afirma que no es optimista ni pesimista, sino realista. Cree que no nos debemos engañar con falsas expectativas, ya que la situación no se resolverá realmente hasta que exista una vacuna. Por ejemplo, uno de los sectores de los que depende el sector turístico es el del transporte público el cual todavía puede generar reticencias. Por ello, un primer momento el sector español tal vez se debe centrar en captar turistas internos, así como de Francia y Portugal.

En el caso del comercio, desde la semana pasada o esta propia, en función de la comunidad española, ya todos los establecimientos han reanudado su actividad; incluso se inicia en los centros comerciales. En este caso, la vuelta a su actividad normal dependerá en gran medida de los propios consumidores y de su reticencia o no a entrar de nuevo en los establecimientos y consumir otra vez. Creen que dicha actitud dependerá en gran medida de lo seguros que estos se sientan, de ahí la siguiente pregunta de la entrevista, las medidas implantadas. En ambos sectores todos los entrevistados coinciden en la necesidad de llevar a cabo protocolos de higiene y seguridad, intensos y excepcionales, hasta ahora no implementados. La seguridad de sus consumidores es lo primero. Varios de los entrevistados afirman haber recibido los protocolos sanitarios a seguir, tanto para turismo como para comercio, además de tener a su disposición la normativa estatal al respecto. Todos ellos han trabajado en poner en marchar las medidas exigidas antes de la reapertura, garantizando así la seguridad tanto de trabajadores como de clientes. Entre estas medidas destacan, un fuerte protocolo de limpieza de material e instalaciones, así como un fuerte protocolo de actuación para clientes y trabajadores que se deberá llevar acabo de forma estricta. Uno de los entrevistados comenta que todos tenemos, o deberíamos tener, interiorizadas las medidas de higiene personal y la forma de actuar que debemos seguir. Si todos actuamos con responsabilidad y caminamos en la misma dirección, vamos a poder seguir disfrutando de todo lo que nos apasiona. Tanto el turismo como el comercio nos están esperando para seguir disfrutando de ellos muy pronto, pero todo pasa por la responsabilidad personal que asumamos los ciudadanos.

Además de lo exigido por ley, algunos ya están trabajando en otras medidas que mejoren todavía la seguridad de todos. Tanto en comercio como en turismo, todos tienen claro las distancias de seguridad, aforos limitados de establecimientos, limpieza e higienización varias veces a lo largo de la jornada, uso de mascarillas y equipos de protección y geles hidroalcohólicos o viricidas a disposición de sus clientes. En el sector turístico varios de los entrevistados han instalado mamparas, puesto letreros informativos, han adquirido monodosis de todos los productos posibles y han retirado las cartas. En su lugar han hecho uso de las nuevas tecnologías. Varios de ellos mencionan el uso de códigos QR a través de los cuales los clientes pueden descargar la carta en sus móviles. Toda idea innovadora que evite el contacto es bien recibida. El objetivo es ganarse de nuevo al consumidor, pero de un modo seguro, haciendo que se sienta satisfecho con el servicio y también con la sensación de seguridad propia de esta nueva situación.

En cuanto a las preocupaciones percibidas, todos los entrevistados hacen alusión a las pérdidas económicas y a la incertidumbre ante la reapertura. No saben cuánto tiempo pasará hasta volver a las cifras habituales y si los negocios podrán sobrevivir el tiempo necesario. Puede que los más grandes sí, pero las pequeñas empresas no están preparadas para tiempos de inactividad tan elevados. Otro aspecto de importancia es el personal. Ante la actividad parcial (aforos limitados) no saben si podrán incorporar de nuevo a toda la plantilla y si será necesario realizar despidos. Por una parte, el sector turístico, es uno de los que tienen mayor peso en la economía del país y genera un gran volumen de empleo. El que este se haya paralizado y ahora se tambalee, repercutirá notablemente en nuestra economía. Por otra parte, está el comercio, también uno de los más afectados por esta crisis y del que dependen muchas familias. Especialmente, es el comercio de cercanía, de barrio, al que le ha costado más adaptarse a esta situación. De ahí que todos ellos hagan alusión a la necesidad de ayudas económicas que les permitan subsistir mientras la situación no mejora, así como sufragar los gastos derivados de las medidas que deben implantar.

Por último, en lo que respecta a las expectativas, encontramos opiniones enfrentadas. Uno de los entrevistados cree que “es normal tener miedo, pero es de locos dejarse vencer por el miedo”. Piensa que debemos ser optimistas con el futuro de nuestra actividad, que por supuesto no va a ser el mejor año y que se tendrá que trabajar duro para salvar la situación. Aun así, nos invita a no ser negativos, ya que existen grandes profesionales que están trabajando duro para salir de esta crisis. Los más pesimistas vaticinan una gran crisis mundial, peor todavía que la del 2008. Creen que salir de esta crisis será muy duro y llevará tiempo, y que la economía mundial sufrirá las consecuencias. Ante los despidos masivos el consumo caerá, y con ello la economía. Además de unirse el factor psicológico del miedo, ralentizando la actividad consumista. Un tercer grupo cree que esta crisis nos ha servido para reflexionar y adaptar los negocios a la nueva realidad, realidad que tal vez se instaure a partir de ahora. Los negocios que no han paralizado su actividad han sido los de venta a domicilio, siendo esta una vía que todos deben plantearse. Así como el incrementar las medidas de higiene y seguridad, algo que se espera que no quede en una moda pasajera, y que sean medidas útiles para el futuro empresarial.

 

CONCLUSIONES

El mundo ha sufrido crisis económicas anteriores, entre ellas La Gran Depresión de 1929, arrastrando el crack bursátil de Estados Unidos al resto del mundo (en especial en Europa) o la de 2008, otro crack bursátil en Estados Unidos provocado por la burbuja inmobiliaria de las hipotecas suprime, también con repercusiones mundiales. Estas crisis tuvieron repercusiones económicas similares a la actual en ciertos aspectos, como el aumento del desempleo o las caídas en bolsa. Sin embargo, ahora nos encontramos ante un nuevo panorama, una crisis económica originada por un virus, o más bien, por las actuaciones llevadas a cabo para minimizar la expansión de este virus. Sí que existe cierta experiencia en este sentido, en crisis sanitarias anteriores con menor repercusión mundial. Ya en marzo de 2003 el virus SARS-CoV fue una amenaza mundial. De nuevo China fue el país originario y tras 5 meses se dio por finalizada esta pandemia. Al igual que en la actualidad partió de un problema sanitario que provocó pérdidas en ciertos sectores como el transporte y el turismo.

Todos los estudios e investigaciones publicadas hasta el momento hablan de previsiones, de posibles escenarios, pero nadie tiene la verdad absoluta de lo que va a pasar a partir de ahora. La palabra que más se repite es incertidumbre. Los efectos de esta crisis económica podrán ser a corto plazo o alargarse en el tiempo, dependiendo por una parte de los avances sanitarios para tratar o prevenir este virus, y por otra, de la capacidad de adaptación y supervivencia de cada, sector, industria y economía de cada país.

Haciendo memoria, podemos ver que esta situación parece replicar las crisis previas de SARS, pero a mayor escala. Una de los problemas que ha afectado a toda la situación ha sido la reacción de los países, gobiernos y sociedad en general. De una infrareacción inicial se pasó a una sobrerreacción tardía. Lo que al principio parecía algo menor y controlado, pasó a ser un problema de gran gravedad y difundido en todos los medios de comunicación. Una fuerte colaboración y coordinación internacional podría haber frenado la expansión de esta pandemia, o al menos, una vez extendida, aplicar medidas inmediatas para evitar una expansión mayor.

Una de las reacciones mayoritarias por parte de los gobiernos a efectos económicos, han sido los planes de incentivos para ayudar a empresas, trabajadores y sociedad en general.

Dos de los sectores más afectados han sido los del turismo y el comercio. Los entrevistados no hacen más que reafirmar que existe diversidad de predicciones, desde los más optimistas que creen que esta crisis pasará en los próximos meses hasta los que hablan de crisis económica con mayor impacto que la de 2008. En lo que sí coinciden todos es en que este no será el mejor año y que las pérdidas ya tenidas hasta el momento son cuantiosas, sin garantía ninguna de que la situación se estabilice lo antes posible. También creen que esta situación ha hecho reflexionar a muchos y replantearse su modelo de negocio, tal vez no el más adecuado ante la demanda actual. El consumidor del siglo XXI es un consumidor tecnológico, muchos de ellos incluso nativos digitales, de ahí la necesidad de llegar a ellos a través de canales y plataformas online, tanto para la captación como para la venta. Muchos de los entrevistados creen que esta será una línea en la que muchos de los negocios, especialmente los de pequeño tamaño, empezarán a trabajar a partir de ahora. A ello se unen también las mejoras tecnológicas en los locales que faciliten la venta con el menor contacto posible.

Uno de los mayores problemas para estos sectores ha sido la inexistencia de planes de gestión de crisis. Las empresas y organizaciones que sí contaban con estos planes en fases anteriores a la crisis, tendrán mayor capacidad para mitigar los efectos de la crisis. Estos planes se caracterizan por tener un equipo o gabinete de crisis, una adecuada política de información para reducir la incertidumbre y la percepción de riesgo, la formación y entrenamiento del personal en todos los niveles de la organización para actuar ante las potenciales amenazas, y su integración y alineación en el plan estratégico de la compañía para lograr una eficaz respuesta y pronta recuperación.

En definitiva, se está ante una situación inesperada y que ha perjudicado a todos, no solo a la economía, sino también al bienestar social y personal. Se espera que esta situación haga que los más resilientes se adapten y sobrevivan haciéndose todavía más fuertes, adaptando sus negocios a las nuevas medidas e innovando con otras que le aporten mayor valor y atractivo.

 

REFERENCIAS

Aledo, A., Ortiz, G., Aznar-Crespo, P., Mañas, J. J., Jimeno, I., y Climent-Gil, E. (14 de abril de 2020). Vulnerabilidad social y el modelo turístico-residencial español: escenarios frente a la crisis de la COVID-19. Recuperado de: http://www.albasud.org/noticia/es/1202/vulnerabilidad-social-y-el-modelo-tur-stico-residencial-espa-ol-escenarios-frente-a-la-crisis-de-la-covid-19

Recio, A. (2020). La crisis del coronavirus. Revista Mientras Tanto, 189, 3-9.

Bloomberg. (2020). Brent Climbs to Four-Month High on Signs of Economic Recovery.Recuperado de:  https://www.bloomberg.com/quote/CO1:COM

Calgaro, E., Lloyd, K., y Dominey-Howes, D. (2014). From vulnerability to transformation: A framework for assessing the vulnerability and resilience of tourism destinations. Journal of Sustainable Tourism, 22(3), 341-360.

CincoDías. (9 de abril de 2020). Rusia y Arabia Saudí pactan recortar la producción de petróleo en 10 millones de barriles al día. Recuperado de https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/04/09/mercados/1586412591_180183.html 

Clavellina, J. L. (2020). Posibles efectos del Coronavirus en la economía mundial. Notas Estratégicas, 75, 1-8.

Datos Macro Expansión. (2020a). España - Índice de Producción Industrial. Recuperado de: https://datosmacro.expansion.com/negocios/produccion-industrial/espana

Datos Macro Expansión. (2020b). España, el PIB cae respecto al trimestre anterior. Recuperado de:https://datosmacro.expansion.com/pib/espana

Heath, J. (2012). Lo que indican los indicadores. Cómo utilizar la información estadística para entender la realidad económica de México. México D.F.: Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Investing. (2020). Tasa de desempleo de China. Recuperado de: https://es.investing.com/economic-calendar/chinese-unemployment-rate-1793

Mair, J., Ritchie, B. W., y Walters, G. (2016). Towards a research agenda for post-disaster and post-crisis recovery strategies for tourist destinations: A narrative review. Current Issues in Tourism19(1), 1-26.

Marketwatch.com. (2020). Advanced Charts. S&P 500 Index. Recuperado de: https://www.marketwatch.com/investing/index/spx/charts

Mazzei, J.A. (2020). COVID-19: una nueva enfermedad respiratoria y una posible amenaza mundial. Revista Americana de Medicina Respiratoria, 20(1), 1-4. Recuperado de: http://www.ramr.org/articulos/volumen_20_numero_1/editorial/editorial_covid19_una_nueva_enfermedad_respiratoria_y_una_posible_amenaza_mundial.pdf

Organización Mundial del Turismo. (6 de marzo de 2020). COVID-19: la OMT pide que el turismo se incluya en los planes de recuperación. Recuperado de https://www.unwto.org/es/news/covid-19-la-omt-pide-que-el-turismo-se-incluya-en-los-planes-de-recuperacion

Ritchie, B. W. (2004). Chaos, crises and disasters: a strategic approach to crisis management in the tourism industry. Tourism management25(6), 669-683.

Rodríguez, M.  (27 de mayo de 2020). De la Gran Recesión a la Gran Pandemia: diferencias entre la crisis de 2008 y la de 2020. Recuperado de: https://www.bbva.com/es/de-la-gran-recesion-a-la-gran-pandemia-diferencias-entre-la-crisis-de-2008-y-la-de-2020/

Rogoff, K. (2020). Mapping the COVID-19 recessionRecuperado de:https://www.project-syndicate.org/commentary/mapping-covid19-global-recession-worst-in-150-years-by-kenneth-rogoff-2020-04/spanish?barrier=accesspaylog

Spence, M. (2020). ¿Puede la economía china resistir al coronavirus? Project Sindicate. The world’s opinion page. Disponible online en https://www.project-syndicate.org/commentary/china-economy-coronavirus-resilience-by-michael-spence-2020-02/spanish [10/05/2020]

Stoxx. (2020). EURO STOXX 50. Recuperado de: https://www.stoxx.com/index-details?symbol=sx5e