¿Estamos interpretando el lenguaje de los tiestos?

Resumen

En este artículo se evalúan algunos planteamientos metodológicos existentes para el análisis de cerámica arqueológica en el área andina y se reflexiona sobre la necesidad de uniformizar criterios. Se entiende a la cerámica como un bien derivado de un proceso de producción, en el cual cada producto alberga en si un conocimiento tecnológico reflejado en su calidad; además, cada objeto u artefacto revela también la expresión formal e identitaria de una colectividad de una época particular exteriorizando un estilo. Asimismo, como bien de consumo, adopta valores intangibles intrínsecos al quehacer social como, por ejemplo, el satisfacer una necesidad en su expresión funcional, ideológica, económica o estamentaria. Estas tres dimensiones de análisis: tecnológica, identitaria cultural y de valoración social, definen su esencia. En la dimensión tecnológica, a la producción de cerámica le corresponde una sucesión de pasos técnicos. Por lo tanto, su estudio debe reproducir analíticamente esta sucesión de pasos para entender las particularidades técnicas de cada proceso de producción.